Los expertos en meteorología que asistieron al Foro del Clima que se realizó la semana pasada en Guatemala, coincidieron en que en los próximos tres meses (agosto, septiembre y octubre) se registrarán menos lluvias respecto al promedio histórico del mismo período.
Tras un encuentro, desarrollado la semana pasada en la Ciudad de Guatemala, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) detalló que de acuerdo con las actuales condiciones océano-atmosféricas en el Pacífico Ecuatorial se encuentran en la fase neutra de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), para los próximos tres meses, y existe un 55 % de probabilidad de que se desarrolle el fenómeno de El Niño de débil a moderado (menos lluvias) e incremente al 70 % para finales del año.
“A escala nacional, para el trimestre agosto-septiembre-octubre el promedio nacional considerado normal es de 887 mm, este año se prevé un 18 % menos de lluvia acumulada en dicho periodo. Por lo tanto, se esperan lluvias bajo lo normal en la mayor parte del territorio”, confirmó el MARN.
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También se esperan canículas (días secos consecutivos) de corta a moderada duración, especialmente en agosto y septiembre; meses en los que desde ya se prevé registro de déficit de lluvias que llegará incluso a condiciones bajo lo normal.
“La transición de la temporada lluviosa a la seca iniciará en octubre y finalizará en noviembre, por lo que el término de la época lluviosa dará inicio a mediados de noviembre. Dada la condición de El Niño podrían presentarse lluvias irregulares, con cantidades significativas hasta en el mes de noviembre, propias de la denominada transición a la estación seca”, explicó la entidad en su boletín.
En el Foro del Clima de América Central (FCAC) en el que participan expertos en meteorología, climatología e hidrología de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos (SMHN) de la región, los expertos también informaron que este año los niveles de cobertura del polvo del Sahara están más altos comparados con los de 2017 y los del promedio de largo plazo.
De ahí que “este factor demostró tener un efecto limitante en la cantidad e intensidad de las nubes de tormenta (tormentas convectivas), incluyendo las asociadas con los ciclones tropicales”, aseguró el MARN salvadoreño en la correspondencia oficial.