EE.UU. y China se enfrentan por aranceles

Las dos potencias económicas han iniciado una lucha arancelaria que los analistas temen que se convierta en una guerra comercial. El lunes China respondió a la imposición de aranceles que EE.UU. inició hace unas semanas.

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Tras la decisión de Trump de aplicar gravámenes por 34,000 millones de dólares a productos importados de China -principalmente tecnológicos-, Pekín respondió con una primera oleada de tarifas a bienes estadounidenses por el mismo valor.

Por Agencias

03 April 2018

El temor de que se desate una guerra comercial entre Estados Unidos y China resurgió ayer, luego que Pekin decidió subir las tarifas arancelarias a 128 productos estadounidenses en respuesta a los aranceles al acero y aluminio que Donald Trump le aplicó hace unas semanas.

Esta vez, China impuso aranceles de hasta el 25% sobre 128 productos estadounidenses, que entraron en vigor desde ayer y afectan a unos $3,000 millones en importaciones.

“La suspensión por parte de China de sus concesiones arancelarias es una acción legítima adoptada bajo las normas de la OMC (Organización Mundial de Comercio) para salvaguardar los intereses chinos”, dijo el Ministerio de Finanzas del país en un comunicado oficial.

Pekín dijo que la medida buscaba “equilibrar” las pérdidas causadas por los aranceles estadounidenses. China había dicho anteriormente que no quería una guerra comercial, pero que no se quedaría sentada si su economía se veía afectada.

Según el comunicado oficial del Ministerio de Comercio chino, se impondrá un arancel del 15 % para un conjunto de 120 productos (entre ellos la fruta) y del 25 % para productos porcinos y relacionados, procedentes de Estados Unidos.

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El Consejo Nacional Estadounidense de Productores de Cerdo alertó el mes pasado que las medidas “tendrían un impacto negativo significativo en el sector rural de Estados Unidos” pues la industria del cerdo estadounidense vendió 1,100 millones de dólares en productos a China el año pasado, convirtiéndose en el tercer mercado de exportación más grande.

“Esperamos que Estados Unidos pueda cancelar estas medidas para que el comercio de productos entre China y Estados Unidos pueda volver a su vía normal”, apunta el ministerio en el comunicado.

Como “las dos economías más grandes del mundo”, la “única opción correcta” para las dos naciones “es la colaboración” por lo que ambos países tienen que “evitar un perjuicio más grande” a través “de la negociación”, agrega el documento.

En el comunicado, el Ministerio insiste que las medidas estadounidenses son un “ataque grave” contra los principios de la OMC y una falta a “la no discriminación”, que “es la base del sistema de comercio multilateral”.

Pero Trump también tiene más medidas dirigidas específicamente a China. El presidente de Estados Unidos anunció planes para imponer aranceles por cerca de 50,000 millones de dólares a bienes chinos después de una investigación liderada por su gobierno sobre el robo de propiedad intelectual de compañías de Estados Unidos.

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Críticas para Trump

Las medidas de Trump han sido fuertemente criticadas por diversas organizaciones y la propia OMC anunció hace unos días que observa con gran atención y cautela las primeras consecuencias de la decisión de Estados Unidos.

Las autoridades estadounidenses ya han anunciado planes para aranceles específicos adicionales para decenas de miles de millones de dólares de importaciones chinas, informó Chris Buckler, corresponsal de la BBC en Washington.

Pekín es reacia a intensificar las disputas comerciales con Washington ya que su economía aún depende bastante de las exportaciones. Y, debido a que tiene un superávit con Estados Unidos, parece tener más que perder en una guerra comercial.

En un artículo de opinión, la agencia estatal china de noticias Xinhua alertó, ayer, que el plan de Trump de imponer más medidas comerciales a China es una “apuesta autodestructiva” que causará daño a la economía estadounidense.

Desde hace mucho tiempo, Trump ha acusado a Beijing de robar los trabajos estadounidenses a través de prácticas de comercio injustas. Él prometió reducir el enorme déficit comercial de bienes que tiene Estados Unidos con China, que alcanzó los 375,000 millones de dólares, el año pasado. Sin embargo, los economistas han alertado que es poco probable que los aranceles logren ese objetivo y en cambio puedan dañar el crecimiento económico del país.

Consecuencias inmediatas

Los aranceles que China impuso ayer a Estados Unidos provocó, inmediatamente, que Wall Street cerrara con pérdidas y el Dow Jones de Industriales cedió un 1.90 % en una jornada lastrada por los temores renovados a una guerra comercial entre ambos países.

El Dow Jones, el principal indicador del mercado, restó 458.92 puntos, hasta 23,644,19 unidades, mientras que el selectivo S&P 500 bajó un 2.23 % o 58.99 puntos, hasta 2,581.88 enteros.