La demanda de fondos para financiar proyectos personales y de vivienda son los que más dinamismo tuvieron entre la banca salvadoreña durante el 2017, según la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa).
Las cifras bancarias indican que del financiamiento otorgado el año pasado, los créditos de personas se llevaron el 34.7 % del total de la cartera, vivienda fue el 20.7 %, le siguió el comercio con el 13.2 % y la industria manufacturera 10.4 %.
En general, la cartera de créditos brutos creció en 2017 el 4.24 %, reflejando un monto de $11,872.6 millones.
Por otra parte, la cartera vencida presentó un leve crecimiento del 0.81 %, finalizando en el ejercicio pasado con una cifra de $233.7 millones.
Basándose en estos datos, Marcela de Jiménez, directora ejecutiva de Abansa, señaló que observando los indicadores de la banca de los últimos cinco años “vemos estabilidad en la solvencia patrimonial, estabilidad en la liquidez del sistema financiero, la cartera esta totalmente reservada cercana al 120 % y vemos una cartera vencida con tendencia a la baja, eso quiere decir que los clientes están bien con sus compromisos de pago, que se tiene una cartera muy sana, y eso es producto de sus políticas de crédito y de riesgo que muestran resultados positivos”.
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Añadió que los bancos están invirtiendo cerca de $48 millones para mejorar procesos y operaciones, lo cual demuestra la confianza y el interés de continuar invirtiendo en El Salvador.
“Las utilidades de los bancos tuvieron un crecimiento cercano al 8.6 %”, dijo.
Sobre la cartera en mora apuntó “tenemos una calidad crediticia muy buena, porque la cartera con mora, mayor a 90 días, es menor al 2 %, y tenemos prácticamente la cartera vencida reservada en más del 120 %”.
En ese sentido, dijo que el 93 % de la cartera de créditos está en categoría “A”, donde la mayoría de clientes está bien calificado en categorías A y B, lo que representa el 95 % de la cartera de préstamos.
Depósitos al alza
Sobre los depósitos del sistema financiero, que a diciembre pasado sumaron una cartera de $11,715.2 millones, con un incremento del 10.4 %, sobre todo por el impacto de las remesas.
La ejecutiva bancaria recalcó que en los últimos cinco años los depósitos del público experimentaron un crecimiento promedio del 4.3 %. “Esto, dijo De Mejía, es el reflejo de la confianza de los depositantes en la banca salvadoreña”.
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Asimismo, recordó que dado que la bancarización es una de las apuestas de la banca nacional, es relevante señalar que el crecimiento del número de cuentas de depósito fuera del 3.7 % anual promedio, en los últimos cinco años.
Los depósitos de personas y empresas constituyen actualmente el 81 % de los fondos captados por el sistema bancario.
Es posible el consenso
Raúl Cardenal, presidente de Abansa, destacó también que la aprobación de la reforma de pensiones y del presupuesto de 2018 es positivo para la nación porque genera confianza y certidumbre sobre el cumplimiento de pago de las obligaciones del Gobierno con sus acreedores, y asegura el funcionamiento de las instituciones del Estado. “Resaltamos la importancia de que una nueva ronda de acuerdos políticos permitan al Gobierno actual, y al próximo, contar con fuentes de financiamiento para cumplir con los vencimientos de la deuda emitida local e internacionalmente, con vencimientos en 2018 y 2019”, apuntó.
Finalmente, para Cardenal la estabilidad de las finanzas públicas es indispensable para mejorar las calificaciones de riesgo del país, atraer más inversión y apoyar el crecimiento económico.