Las flores que nunca se marchitan, un homenaje eterno en el Día de los Difuntos
A sus 97 años, Dora Tobar mantiene viva la tradición que aprendió en su infancia de hacer flores de papel y cera, símbolo de identidad y patrimonio cultural de la localidad de Quezaltepeque
Las flores de papel se cortan en grupos de más de 30, desde hace mas de 100 años se hace con un maso y un molde de hierro. |Foto EDH / Miguel LemusUno de los primeros pasos es la elaboración de las flores en papel teñido de colores. |Foto EDH / Miguel LemusEl alambre es otra de los insumos utilizados, se corta en grupos con una herramienta elaborada por la familia. Foto EDH / Miguel LemusLuego de teñir las flores uno de los pasos esenciales es dejarlas secar al sol. |Foto EDH / Miguel LemusFoto EDH / Miguel LemusSandra Cotto es una de las hijas de Dora que han asumido esta labor cultural. |Foto EDH / Miguel LemusAsí se ven los grupos de alambres que simulan los tallos y las semillas al centro de las flores. |Foto EDH / Miguel Lemus«Mamá Dorita» aprendió a realizar el oficio de la elaboración de flores de cera y papel a los 13 años de edad. En la actualidad tiene 97 años de vida. |Foto EDH / Miguel Lemus Foto EDH / Miguel LemusDora Tobar sigue realizando estas creaciones con sus manos sin perder la habilidad que adquirió en su juventud. Foto EDH / Miguel LemusSus flores no solo adornan tumbas o altares: son testimonio de una historia tejida con paciencia, color y amor por sus raíces. |Foto EDH / Miguel LemusEntre colores vivos, aroma a parafina y manos que no se detienen, la casa de Francisca Dora Tobar, es un jardín de flores que nunca mueren. |Foto EDH / Miguel LemusLa parafina o cera es el toque clave que preserva estas creaciones. |Foto EDH / Miguel LemusLa mayor demanda llega en el Día de los Difuntos y el Día de la Madre, cuando los ramos, coronas y corazones se multiplican en el pueblo. |Foto EDH / Miguel LemusPor su labor cultural ha recibido varios reconocimientos. |Foto EDH / Miguel LemusCon el pasar de los años fundó su propio taller: la floristería «Mamá Dorita», donde hoy su familia mantiene viva la herencia que acompaña a sus ocho hijos y varios nietos. Foto EDH / Miguel LemusLa floristería «Mamá Dorita» está a unos metros del cementerio Municipal de Quezaltepeque, para encargos puede contactarles al número 7695-8931. Foto EDH / Miguel Lemus
