Firmantes de paz se pronuncian sobre fuerza pública rural

Salvador Samayoa y Ernesto Vargas comentan la propuesta de Fraternidad Patriota Salvadoreña

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Salvador Samayoa y Mauricio Ernesto Vargas, firmantes de los Acuerdos de Paz.

Por José Zometa

24 January 2018

La propuesta del partido Fraternidad Patriota Salvadoreña (FPS) de revivir la extinta Guardia Nacional (GN) para el combate de la delincuencia, no es compartida como tal, por los firmantes de la paz, Salvador Samayoa y Mauricio Ernesto Vargas, aunque sí avalan una estructura policial especializada para operar en las zonas rural y suburbanas del país.

La antigua Guardia Nacional desarrolló su perfil a lo largo de ochenta años, la mayor parte de ellos bajo regímenes militares autoritarios, golpistas, represivos, sin respeto alguno por las libertades y las garantías democráticas. En ese sentido fue un cuerpo de seguridad que logró su “efectividad” y forjó su mito al amparo de la más absoluta impunidad”, recordó Samayoa.

“La factibilidad es muy remota que eso pueda suceder como Guardia Nacional, pero su principio de empleo, su despliegue, su entrenamiento, su ámbito de atribuciones en la cobertura territorial es una necesidad, es una deuda que se tiene actual y que lo dice el principio de realidad”, acotó Vargas.

El también diputado de ARENA considera que el Estado y el gobierno han sido rebasados por las pandillas y la criminalidad, en buena parte por las deficiencias en las políticas de seguridad y porque le han restado operatividad a la actual Policía Rural.

“Una unidad operativamente con entrenamiento, con despliegue territorial con el principio de empleo para el área suburbana y rural es una necesidad. No me casaría con el nombre de la Guardia Nacional, pero sí con los criterios operativos, con despliegue en lo referente a la división política administrativa, que es una necesidad, es una necesidad”, recalcó el firmante de la paz.

Salvador Samayoa y Mauricio Vargas estuvieron en bandos contrarios durante el proceso de diálogo y negociación que culminó con la firma de los Acuerdos de Paz de 1992, en Chapultepec, México.

No había ni “remedo de democracia”

Samayoa formó parte de la delegación de la entonces guerrilla del FMLN, mientras que el general Vargas lo fue de la delegación gubernamental en representación de la Fuerza Armada.

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Ambos han logrado superar las diferencias de antaño y ahora hasta concuerdan en algunos puntos y temas como el de la inseguridad que abate a los salvadoreños.

Samayoa reitera que la Guardia Nacional tuvo “éxito” contra la delincuencia porque prácticamente no había un control jurisdiccional sobre su operatividad.

“Antes era así porque no había ni remedo de democracia y de sistema judicial. Ahora habría que cambiar más cosas en las instituciones del Estado para que una fuerza pública diferente pueda producir resultados diferentes”, enfatizó Samayoa.