La elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia en 2018 es un tema que genera una especial preocupación a la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) ante el posible interés de los partidos políticos por llevar personas con pensamientos afines.
“Creemos que es una elección hasta más importante que una elección presidencial; se van a renovar cuatro (de los cinco) magistrados de la Sala de lo Constitucional que su jurisprudencia ha venido a fortalecer los derechos de los ciudadanos y a reducir un poco estos ámbitos de poder incontrolado que tiene los políticos, y eso a los políticos no les ha gustado”, comentó Lilliam Arrieta de Carsana, del Departamento de Estudios Legales de Fusades.
La entidad realizó este martes en San Miguel la primera jornada de divulgación del estudio sobre el modelo actual de elección de los magistrados que ha realizado con la colaboración de la Fundación Democracia Transparencia y Justicia (DTJ), la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde) y la Universidad Salvadoreña Alberto Masferrer (USAM).
Durante la exposición ante estudiantes universitarios, abogados y funcionarios de la zona, Fusades explicó que para evitar la manipulación política propone establecer un nuevo perfil para las personas que deseen optar al cargo de magistrados. Además, hizo un llamado a los miembros de las diferentes asociaciones de abogados y del Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ) para que las 30 personas propuestas sean las más idóneas para el cargo.
Fusades ve como un punto de partida para encontrar magistrados idóneos el artículo 176 de la Constitución, el cual establece los requisitos para esos cargos.
“Del listado de 27 mil abogados autorizados quizás solo un tercio cumple ese requisito, de esos habrá algunos diamantes puros y perfectos que puedan llegar (a ser magistrados), hemos tratado de desarrollar cualidades y valores de los magistrados que lleguen a la CSJ”, dijo Arrieta.
Agregó que los aspirantes a magistrados deben tener independencia e imparcialidad; honorabilidad; conocimientos jurídicos sobresalientes;temperamento judicial; compromiso con la justicia, respeto al Estado de Derecho y a la Constitución; además de habilidades analíticas y de expresión oral y escrita.