El pasado viernes, Aldo Cáder Camilot fue elegido como magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) luego de cuatro meses de atrasos. Hace años, trabajó en la Sala de lo Constitucional y antes de ser elegido estaba en la Superintendencia de Competencia.
Tiene claro su rol en el máximo tribunal de justicia, donde tendrá que resolver situaciones difíciles y polémicas, pero afirma no temerle a eso si lo hace apegado a la Constitución y fundamenta sus decisiones.
En su primer día como magistrado en la Corte habló con El Diario de Hoy sobre su función en la Sala y cómo enfrentará el enriquecimiento ilícito de los funcionarios.
¿Qué evaluación hace de la anterior Sala como abogado y ciudadano?
Yo siempre he manifestado que el rol de la Sala venía en sintonía con lo que se venía haciendo desde que se creó esta en 1994; últimamente la Sala por los temas que le tocó resolver tuvo un protagonismo bastante fuerte, porque a medida que se va conociendo más al tribunal constitucional son más las demandas y quejas que la ciudadanía y la sociedad civil llevan a este tribunal. Entonces le toca meterse a temas delicados y políticos, la Sala tuvo la valentía de emitir resoluciones trascendentales para el país.
Yo creo, desde afuera, que era una Sala muy activa y muy valiente que emitió resoluciones en temas importantes y no le huyó a esos temas como electorales, del presupuesto y elección de funcionarios de segundo grado.
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¿Fue imparcial esa Sala?
Esas cosas uno no las puede asegurar, porque cada quien sabe cómo resuelve. Yo como ciudadano podría apreciar que habían resoluciones que para algunos sectores caían bien y para otros mal; uno podía ver desde afuera que estaban resolviendo de acuerdo al criterio de ellos.
No eran resoluciones solo para favorecer a un sector de la población o un grupo de la población, eran resoluciones de cualquier naturaleza, de cualquier tipo.
Usted además de ser magistrado es el primer vocal de la Sala, esto significa que luego del presidente de la Corte es quien debe asumir. ¿Cómo será su rol?
Eso es algo que muy poca gente lo sabe. Yo cuando estaba laborando ahí recuerdo que el primer vocal era el Dr. René Hernández Valiente, entonces tengo muy claro el rol, esto es como una vicepresidencia.
Cuando veo el decreto Legislativo de elección y hay un primer vocal mi primera reacción es pensar que eventualmente me tocará asumir la presidencia de la Corte. De llegarse esa situación, lo asumiría con la mayor responsabilidad, haciendo las cosas objetivas, constitucionales y legales.
¿Qué esperamos de esta nueva Sala de lo Constitucional?
Soy muy optimista que podemos hacer un buen equipo, los cuatro magistrados que hemos entrado tengo fe que podamos hacer un buen equipo profesional.
Si bien podemos tener debates y podemos no estar de acuerdo con algunas cosas, tratamos que esas discrepancias sean jurídicas, técnicas y que no se vayan a meter otros factores ahí de por medio.
A la población yo le ofrezco transparencia, independencia y tratar de reducir la mora judicial, que es algo que cada tribunal tiene. Hay que poner nuestro granito de arena para que la mora disminuya.
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¿Como se dividirán las diferentes áreas en la Sala?
No lo hemos definido.
¿Pero qué área le gustaría a usted?
Me gustaría el área de amparos, porque es más procesal, y a mí me gusta mucho el derecho procesal. Esto tiene un doble componente procesal-constitucional, derechos de la Constitución que se ventilan en un juicio constitucional.
¿Cuál es la posición de Aldo Cáder en el tema de enriquecimiento ilícito?
Yo pienso en lo personal que es un tema importante al que hay que entrarle con una gran seriedad.
Yo creo que históricamente eso se ha mirado de menos. Antes cuando yo trabaja ahí (en la Corte), hace 15 años, Probidad era una oficina que muchos pensaban que no hacía nada pero últimamente hemos visto que sí.
Tenemos que ver en qué condición están los casos, qué tipo de indicios hay contra un determinado funcionario, conocer cuál es la investigación que ahí hacen, proponer las mejores necesarias, los proyectos de resolución que ahí estén, estudiarlos, y no llegar así a la carrera de tomar una decisión de voto a favor o en contra, sería irresponsable de nuestra parte. Que sea lo mejor para el país en el combate a la corrupción.