Hugo Martínez: "Una cosa es el partido y otra el gobierno"

El candidato a conducir un tercer período presidencial del FMLN explica su valoración respecto a la política social, la seguridad y la democracia.

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Por Guillermo Miranda Cuestas

31 May 2018

En su primera entrevista a la prensa escrita, el exministro de Relaciones Exteriores comparte su valoración en tres temas: la política social del gobierno, la seguridad ciudadana y la institucionalidad democrática. En cuanto a los primeros dos, Martínez destaca los programas sociales y la reducción de homicidios respecto a 2016 como avances importantes, aunque insuficientes.

Respecto a la parte democrática, Martínez se distancia de su partido en la visión del Órgano Judicial, mostrada en los documentos del Foro de São Paulo a los que el FMLN se ha adherido. Y aunque asegura que Venezuela no es el referente político del Frente -del que afirma hay una “composición heterogénea”- se cuida de no tomar una postura contra las violaciones a los derechos humanos tanto en este país como en Nicaragua.

 

¿A qué te refieres cuando planteas hacer “ajustes necesarios para estar más cerca de la gente” como dijiste el domingo de tu proclamación?

Es necesario hacer un trabajo más cercano a la gente en el territorio, de manera que le he pedido a toda la estructura del partido para que nos volquemos hacia el territorio y hacia los sectores. Es decir que inicia una movilización nacional de encuentros con la población, en los territorios pero también con los sectores. Lo que hicimos durante un mes solo fue una pequeña muestra de lo que podemos hacer a nivel nacional. Por eso me van a tener en los próximos días en los diferentes municipios, precisamente para cumplir con esa promesa de no solo estar más cerca de la gente, sino comenzar a resolver algunos problemas y plantear propuestas para enfrentar los grandes problemas nacionales. Hay asuntos que no tienen que esperar hasta que Hugo Martínez llegue a la presidencia, podemos ir resolviendo problemas concretos que no tienen que ver con la macroeconomía ni con la geopolítica, sino con el día a día de la gente.

Hablemos entonces del día a día de la gente y de política social, ¿incluyes en tu planteamiento renovar la apuesta social del proyecto político del Frente?

Incluye un perfeccionamiento de la política social; es decir, continuar con aquellas cosas que se están haciendo bien y que están produciendo resultados, mejorar cosas que no se están haciendo lo suficientemente bien y también innovar, implementar nuevas cosas. Esto sin perder de vista que una política social no puede ir en solitario, sino que debe vivir acompañada de la generación de empleo y el crecimiento económico. Solamente la generación de empleo y el crecimiento económico nos van a dar los recursos necesarios para implementar una política social.

Se ha dicho que estos programas tienen un enfoque de alivio de la pobreza y no significan un giro del país en términos de desarrollo. ¿No cabe replantear el centro de la política social del Frente?

La apuesta es perfeccionarlos y el problema es el siguiente: tenemos que ir con una política de doble carril. En una sociedad tan excluyente como la nuestra, necesitamos dar estos programas mientras avanzamos en ir superando las causas estructurales de exclusión. Tenemos que ir trabajando a la par con estos programas perfeccionados, pero vamos a ir superando esas causas estructurales de exclusión, a través de la generación de empleo, de crecimiento económico. En una situación ideal, cuando esas causas han sido superadas, es otro momento y será otra forma de pensar los programas sociales.

En cuanto al modelo político del FMLN, todavía suenan las palabras del presidente de que Venezuela es el faro de América Latina. ¿Cabe un replanteamiento del paradigma democrático del Frente?

Eso no puede ser tomado como “el paradigma democrático del Frente”. En el Frente hay una composición relativamente heterogénea. Lo que se impone es un modelo que debemos de construir los salvadoreños y salvadoreñas para los salvadoreños y salvadoreñas.

Pero un ejemplo de estos paradigmas tiene que ver con los documentos del Foro de São Paulo en los que se habla de tomarse el Órgano Judicial. ¿Cuál es tu apreciación de que el FMLN se adhiera a estas ideas?

Una cosa es el partido político y otra cosa es el gobierno. En el gobierno uno llega con un partido político pero uno busca representar a todos. Para mí, un gobierno de Hugo Martínez, un tercer gobierno del FMLN, tiene que ser un gobierno que tenga en cuenta esa visión; el interés de todos sin perder de vista que siempre hemos planteado una opción preferencial por los más vulnerables, por los más pobres. Para mí, el modelo a seguir en El Salvador es el modelo que construyamos los salvadoreños y las salvadoreñas.

Parte de la plataforma legislativa del FMLN es que se elijan magistrados a la Corte por voto popular. ¿Esto cabe en esa visión de gobierno?

Bueno, eso es el ámbito legislativo verdad, es la plataforma o la propuesta que llevaba el grupo parlamentaria. Yo estoy hablando de lo que será el Ejecutivo y en el Ejecutivo no pierdo de vista que tenemos que trabajar respetándonos mutuamente, conviviendo y dialogando los tres órganos del Estado. Seré muy respetuoso en esa relación.

Desde la OEA se ha condenado al gobierno de Venezuela por delitos de lesa humanidad y Amnistía Internacional ya reportó violaciones a derechos humanos en Nicaragua. Dado que el Ejecutivo dirige la política exterior, ¿cuál es tu posición al respecto?

La política exterior durante los años que dirigí la Cancillería fue muy clara: una política exterior abierta al mundo y sin ataduras ideológicas. Logramos no solo mantener, sino abrir relaciones con unos 150 países después de que solo se tenían relaciones con alrededor de 100. El Salvador no tiene problemas con ningún país en el mundo, con todos tenemos buenas relaciones y eso será la piedra angular de nuestra política exterior.

¿Qué hay de la solidaridad con estos pueblos cuando ustedes, como FMLN, recibieron respaldos de gobiernos como México y Francia durante los ochentas?

Sobre ese punto tengo una posición muy clara y siempre he planteado que no se deben abordar estos asuntos con doble estándar. Número uno, siempre he estado en contra del uso de la violencia para dirimir o superar cualquier conflicto y ese planteamiento es aplicable para todos los países. El problema es que se tiende a aplicar un doble estándar; se tiende a decir “yo condeno la violencia” pero cuando son ciertos países o “no condeno la violencia” cuando son otros.

Número dos, siempre he expresado mis condolencias a las víctimas de esas acciones de violencia, sean de donde sean. Y número tres, creo en el diálogo precisamente porque El Salvador salió de un conflicto armado por la vía del diálogo y de la negociación y por lo tanto considero que la mejor forma de resolver un conflicto es esa vía.

Aunque la elección de la próxima Sala de lo Constitucional le compete a la Asamblea Legislativa, tú tendrás un liderazgo especial en el FMLN en los próximos meses. ¿Qué proceso debería realizarse para elegir magistrados independientes?

Es importante respetar los procedimientos pero también es importante llevar ese proceso de la manera más democrática posible y sin exclusiones. Lo más importante sería un acuerdo entre todas las fuerzas políticas que conforman la Asamblea Legislativa. Todos los partidos deben asumir responsabilidad sobre la nueva Corte y no debe plantearse como una simple aritmética política. Es demasiado lo que está en juego y por lo tanto es importante que la nueva Corte tenga el respaldo de todas las fuerzas políticas a las que les corresponde elegir. Siempre he estado que debe haber una independencia entre órganos de Estado y qué bueno que esa independencia se ha comenzado a mostrar, porque durante los 20 años que gobernó Arena está claro que no había ninguna independencia.

El lunes pasado publicamos una cifra lamentable: más de 20,000 salvadoreños asesinados en los últimos cuatro años y si se comparan las cifras con las de la administración Funes hay un retroceso. ¿Qué se está haciendo mal y cómo debe corregirse?

Lo que yo tengo son cifras de reducción de homicidios desde que se comenzó a implementar El Salvador Seguro, que se ha construido con el concurso de todos los sectores. El plan está mostrando resultados pero no es suficiente, la población quiere más resultados y más rápidamente. Estando claros que un problema que se ha incubado por décadas no se puede resolver de la noche a la mañana, también es importante decir que sí podemos tomar medidas para avanzar más rápidamente en garantizar la seguridad.

En esa dirección he plantado un enfoque más enérgico que se resume en que hay que ser duros contra los grupos criminales, pero también hay que ser duros contra las causas estructurales que dejan a los jóvenes expuestos a ser reclutados por lo grupos criminales. No podemos ser condescendientes con una organización criminal que mata a sangre fría ni que quita el alimento a quienes ganan el salario mínimo o menos. Pero si no eliminamos las causas estructurales de exclusión, siempre va haber una acción del crimen organizado para reclutar a jóvenes que muchas veces se enfrentan solo a dos caminos: el dinero fácil o el chantaje del crimen organizado, por un lado, y por otro lado que no tienen suficientes oportunidades.

¿Cómo brindar esas oportunidades que faltan?

Debe generarse empleo a la juventud a través de polos de desarrollo departamentales, que van a buscar generar empleo técnico a los jóvenes después de bachillerato con tres o seis meses de capacitación técnica, de manera que aporten a proceso agroindustriales, a turismo rural, a emprendimientos. Pero no es que no se ha hecho nada en seguridad; incluso, las estadísticas muestran que los homicidios han bajado: si comparas enero de 2017 con enero de 2016 hubo una baja casi del 50%.

Pero es así porque veníamos de una crisis de homicidios de 2015 y 2016. Por eso es la baja.

No he dicho que no sea preocupante, para mí cada vida que se pierde es preocupante. Sin embargo, es necesario que revisemos las cifras objetivamente. Tenemos que hacer un análisis global y en ese análisis veo un proceso de reducción sistemática de los homicidios con un enfoque integral, que nos dará la sostenibilidad en la reducción.

Finalmente, ¿qué tipo de campaña te te propones realizar en los próximos meses?

La campaña de Hugo Martínez y el gobierno de Hugo Martínez va a tener siempre una dosis muy grande de prudencia. No van a observar giros bruscos ni cambios drásticos de posiciones, sino que siempre iremos explicando nuestra posición y dialogándola con los diferentes sectores. Por lo tanto, lo que quiero transmitir es un mensaje de tranquilidad.