Presidente electo reafirma que reforzará nexo con EE.UU.

En entrevista a la agencia noticiosa AP, el presidente electo dijo que abogar por los casi 200,000 salvadoreños beneficiarios del TPS requiere de un giro en los nexos diplomáticos entre ambas naciones

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El presidente electo, Nayib Bukele. Foto EDH / archivo

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14 February 2019

Consciente de que los Estados Unidos alberga y da trabajo a unos 200,000 compatriotas con TPS, el presidente electo Nayib Bukele aseguró que hará un giro drástico en la relación de su gobierno con el de Estados Unidos, según publicó ayer la agencia de noticias AP.

“Es imperativo mejorar inmediatamente las relaciones”, dijo el presidente electo.

Según dijo, para tratar de ayudar a los casi 200,000 salvadoreños que residen y trabajan en Estados Unidos protegidos bajo el estatus de protección temporal (conocido como TPS por sus siglas en inglés), destaca la publicación.

El gobierno de Donald Trump anunció hace unos meses que los salvadoreños amparados con el TPS tendrían hasta septiembre de 2019 para dejar el país o ajustar su estatus legal.

El número de personas protegidas con el TPS es apenas una parte de los 2.5 millones de salvadoreños que se estima residen actualmente en aquel país.

De hecho, el presidente electo ya entabló comunicación con el asesor de seguridad de la Casa Blanca, John Bolton, como una muestra de su intención de estrechar relaciones con esa nación (página siguiente).

Días atrás también se reunió con la embajadora de Estados Unidos en el país, Jean Manes.

Para el futuro gobernante salvadoreño, la relación que promulgó el FMLN en los últimos 10 años de gobierno complicó la relación con Estados Unidos, y consecuentemente la estadía de los salvadoreños en esa nación.

Por ese motivo, dijo a AP que es necesario hacer un viraje importante en esa relación con el gobierno de Donald Trump y especialmente con el pueblo estadounidense.

“Con actos del partido del gobierno con pancartas Yankee Go Home, o quemando banderas de Estados Unidos, es muy difí­cil tratar de negociar una salida, pero si les demostramos las señales correctas, yo creo que podemos negociar una salida para el problema en común que tenemos con el TPS”, dijo el futuro gobernante.

Con la embajadora Jean Manes conversaron sobre el combate a la corrupción, la migración y “cómo el mejor muro no es el de infraestructura de ladrillo o de hierro, sino que el mejor muro es generar oportunidades en nuestro país para que la gente no tenga que emigrar”, dice AP en la publicación.

A juicio del nuevo gobernante, la mayoría de migrantes salvadoreños “no se van porque quieren”, sino porque no encuentran empleo, por inseguridad, porque están siendo extorsionados, “o por una combinación de todas esas”, dijo.

Asimismo, se abordó cómo pueden trabajar juntos para resolver el tema migratorio “de una manera humana”, generando oportunidades, desarrollando la economía, enviando señales positivas a la empresa local y extranjera para que traigan sus inversiones al país, añade AP.

Combate a las pandillas

Durante la entrevista con esa agencia internacional de noticias, el futuro mandatario habló sobre el tema de seguridad y de sus planes para hacerle frente al accionar de las pandillas.

Según dijo a AP, el problema de las pandillas se debe a “un sistema económico de exclusión social, tenemos comunidades enteras en una marginación absoluta”.

El mandatario electo sostiene que el combate a esos grupos delictivos será frontal, pero también con un enfoque preventivo.

“Lo primero es la prevención, quitándole el caldo de cultivo a las pandillas, quitándoles los jóvenes, ofreciéndoles becas, posibilidades de desarrollarse en los que les gusta, arte, cultura, deportes, dándoles trabajos”, indicó.

En ese sentido dijo que para reconstruir ese tejido social en su gobierno invertirán en educación, en infraestructura, en empleos, deporte, arte, en cultura y mejorando el sistema de salud.

El futuro Presidente del país dijo a AP que está consciente de que acabar con ese flagelo de las pandillas no será de la noche a la mañana, pues es bastante complejo, por lo que requerirá de un gran esfuerzo no solo del gobierno, sino de todos los salvadoreños,

“La ventaja es que nadie está pensando acostarse el 1 de junio (cuando asuma la presidencia) en El Salvador y amanecer el 2 de junio en Suiza. La gente sabe que esto va a tomar tiempo, pero van a ir viendo mejoras en nuestra seguridad, en nuestra economía, en la salud”, aseveró.

El presidente electo también ha dicho que su gobierno enfocará parte de su esfuerzo en combatir la corrupción en todos los niveles del Estado y de gobierno.

Precisamente una de sus promesas de campaña fue impulsar la creación de un organismo internacional de combate a la corrupción, para el caso salvadoreño una Cicies.

También aseguró durante la entrevista a AP que para ello ya cuenta con el respaldo de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Aseguró que en ese esfuerzo también ha recibido los consejos de la exfiscal general de Guatemala, Thelma Aldana.

Agregó que impulsar la CICIES será uno de los varios proyectos que empujará en el primer mes de su mandato (ver recuadro).

Los equipos del gobierno de Salvador Sánchez Cerén y del presidente electo se preparan para la transición y traspaso de manera “ordenada” dijo el martes el vicepresidente Óscar Ortiz, quien encabeza esa comisión de transición.

Al respecto el secretario general de Nuevas Ideas, Federico Anilker, dijo a este periódico que será el presidente electo quien haga público los nombres de las personas que integrarán el equipo de transición.

Por ahora, aseveró Anliker, están enfocados en la entrega de las credenciales al presidente electo en un acto que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha programado para mañana viernes.

El futuro mandatario corrió en las elecciones presidenciales con la bandera de GANA y obtuvo 1,434,856 votos, con lo cual se agenció la silla presidencial junto a su compañero de fórmula Félix Ulloa.