¿Octubre otra vez?

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12 October 2018

Hay mucha gente que dice que estos meses del año, Septiembre y Octubre, son de mala suerte porque con frecuencia marcan caídas fuertes en los valores de las acciones. El colapso de 1929, que comenzó el 29 de octubre y marcó el inicio de la Gran Depresión, fue suficientemente terrible como para darle mal nombre al mes. El mal nombre se remató con el colapso de 2008, que comenzó el 29 de septiembre y llevó a la Gran Recesión, la peor desde la Gran Depresión que tuvo lugar exactamente 78 años y 11 meses antes.

Las caídas de las bolsas en el mundo entero que han tenido lugar en estos días no han sido tan catastróficas como las de 1929 y 2008, pero han sido lo suficientemente fuertes como para asustar a mucha gente, que se preguntan cómo puede ser que las bolsas caigan cuando todo parece que está superbién en Estados Unidos y en la economía mundial en general-la economía de Estados Unidos creciendo, el desempleo a cifras muy bajas, con los impuestos bajos, las regulaciones livianas. ¿Cómo pueden entonces los mercados ser tan irracionales?

Si uno cree que las cifras buenas de la economía desde principios del 2017 se deben a medidas que el gobierno de Estados Unidos comenzó a tomar un año después entonces es casi imposible explicarse las caídas actuales excepto si uno las atribuye a las guerras comerciales que han comenzado en los últimos meses. Esto, sin duda, puede tener un efecto importante en la caída. Pero hay otro factor que parece ser más importante, que habría actuado aun sin guerra comercial: el ciclo de las políticas monetarias de todos los países desarrollados, que se volvieron terriblemente expansivas en los últimos ochentas, llevaron a la gran expansión de los años noventas, luego a la recesión de 2000 cuando reventó la burbuja creada en los mercados en esos años, luego a otra burbuja que reventó en 2008, y luego puede llevar a que la burbuja actual reviente en este año.

Esta explicación monetaria explica mucho más que las otras porque da una razón al aumento de los precios de las acciones durante los años en los que la economía no crecía o crecía mucho menos que lo que crecía el precio de las acciones. El aumento de los precios de las acciones y de los bonos se debía a que los bancos centrales mantenían artificialmente bajas, por bastante, las tasas de interés. Hay un mecanismo matemático, llamado el valor presente, que hace que los precios de los activos (como las acciones, o los bonos, u otras inversiones) suban cuando la tasa de interés baja…y que hacen que los precios bajen cuando las tasas de interés suben como están subiendo ahora.

El efecto de los intereses bajos en los precios de las acciones y los bonos se sintió por varios años desde que los bancos centrales los bajaron para estimular la recuperación de la Gran Recesión, y cuando las siguieron teniendo bajas por varios años después. El pico que la economía ha tenido en los últimos dos años es el resultado de este proceso de expansión monetaria que comenzó hace diez años para contrarrestar la recesión, no de las medidas que se tomaron al principio de 2018.

Pero hace un par de años los bancos centrales comenzaron a subir los intereses porque mantenerlos artificialmente bajos es malo para la economía pues lleva a que la gente invierta en negocios que sólo sobreviven con esas tasas que son artificiales y cuando las tasas retornan a lo normal se crean caídas en la bolsa, en los precios de los bonos y recesiones. Las políticas económicas toman tiempo en tener efecto y la economía siguió creciendo mientras el freno ya estaba siendo aplicado. Ahora pareciera que el efecto del freno ya es más fuerte que el de la aceleración anterior.

Todavía es muy temprano para decir si esta caída va a durar y si es síntoma del comienzo de una recesión. Puede que el mercado se ajuste y los precios se recuperen con tasas más altas. Pero el ajuste algún día va a llegar, y entonces lo que va a pasar, si no es una recesión, al menos será una disminución de la tasa de crecimiento de la economía mundial.