El dinero para la campaña del FMLN

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02 April 2018

El gobierno del FMLN demostró otra vez que no entiende los problemas que llevaron a su partido a perder tan catastróficamente las elecciones del 4 de marzo. Esto se veía venir desde hace varios días. El gobierno y el partido habían hecho varias declaraciones diciendo que su problema había sido que “habían afectado negativamente el bolsillo de sus partidarios”. La consecuencia de este pensamiento ha sido la decisión de “revisar” los subsidios que el gobierno se vio obligado a cortar el año pasado porque se metió en una crisis fiscal de su propia hechura. Es obvio que la “revisión “ significa volver a aumentarlos.

La combinación de los eventos vuelve totalmente transparente el objetivo que el FMLN quiere lograr con el aumento de los subsidios: ganar votos para ganar las elecciones presidenciales. Esto vuelve totalmente transparente también el concepto que el FMLN tiene del gobierno y la hacienda pública: son instrumentos para proporcionarle recursos al FMLN para que gane elecciones. Solo sume dos más dos y dese cuenta de que, de una manera u otra, si el FMLN hace lo que quiere hacer, usted mismo será el que pague la campaña presidencial de ese partido.

La manera en la que usted lo va a pagar depende de dónde piensa el FMLN sacar los recursos necesarios para cubrir este aumento de los gastos. ¿Piensa aumentar los impuestos? ¿O piensa, como lo ha hecho el gobierno del FMLN en los años pasados, reducir los dineros disponibles para comprar medicinas, o para reparar la escuelas y las unidades de salud? ¿O piensa causar otra crisis fiscal como la del año pasado para tratar de sacarle a la Asamblea autorizaciones para aumentar la deuda del país? Sea a través de impuestos, o de no tener medicinas en los hospitales y unidades de salud, o de aumentar la deuda que pesará sobre sus hombros en los años futuros, o de sufrir otra crisis fiscal (además de los otros problemas), usted será el que proveerá los fondos para financiar la mal orientada estrategia del FMLN para ganar las elecciones de 2019.

La estrategia está mal orientada no sólo porque no es legítimo usar los fondos públicos para favorecer al partido en el poder, gastándolos en subsidios que ellos mismos consideraron que no eran conducentes al progreso del país cuando los redujeron, sino también porque lo que ha pesado más en el rechazo del FMLN ha sido su olímpica incompetencia en todas las áreas del gobierno.

Los ciudadanos se opusieron fuertemente a los impuestos de la telefonía pero al final se consolaron pensando que iba a ayudar a resolver el problema más grave que enfrenta nuestra sociedad: la violencia y la inseguridad ciudadana. Pero esa oposición se tornó en furia y decepción cuando los ciudadanos vieron que el dinero ni siquiera se gastó en lo que se decía y que, en todo caso, el problema de la inseguridad va cada vez peor. Igualmente, los ciudadanos pueden prescindir de los subsidios de 5 dólares aquí, 7 dólares allá, si es que hubiera más inversión, y por lo tanto más puestos de trabajo. El problema no es que no hay subsidios al gasto de las personas, sino que es difícil conseguir empleo.

Estos dos ejemplos son ilustrativos de lo que han sido los gobiernos del FMLN: gastos desordenados que imponen una carga tributaria cada vez más grande a la población, sin una estrategia que coordine las acciones del gobierno para resolver los problemas graves del país sino solo una para ver si consiguen más votos regalando el dinero que podría servir para comprar medicinas, mejorar las escuelas e inversión en capital humano.

En vez de gastar enormes cantidades en comprar votos con subsidios que son como pequeñas limosnas, financiados con dinero de los mismos que reciben los subsidios (menos lo que se queda en la administración de los fondos), el FLMLN debería de abandonar públicamente su declarada intención de eliminar la propiedad privada en El Salvador, y mejorar el ambiente de inversiones para que haya más trabajos y mejores sueldos. Esto daría a los ciudadanos ingresos que no dependerían de las decisiones de políticos que usan el dinero de la gente para engañar a la misma gente.