El tráfico y la visión del mundo del FMLN

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Por Manuel Hinds

06 December 2017

El gobierno anunció la semana pasada que tiene un nuevo plan para mejorar el tráfico de San Salvador y lo comenzó a probar esta semana, con resultados muy desalentadores. El tráfico no mejoró en nada y en realidad empeoró en varias dimensiones. La manera en la que se les ocurrió el plan a los del gobierno, los razonamientos implícitos que le dieron su naturaleza, y la reacción al fracaso de su prueba son muy coincidentes con la manera en la que miran los problemas del país. Esta manera es simplista, tendiente a la restricción, y, una vez que han decidido algo, indiferente al éxito o al fracaso de lo decidido.

Lo que más llama la atención inmediata es el simplismo y la tendencia a la restricción, que se manifiestan en la solución que han ideado para los problemas de tráfico: poner barreras para que los carros no puedan pasar de un carril a otro en muchas áreas de congestionamiento. Esto lo han pensado porque en esas áreas es muy común que las congestiones se armen porque unos carros quieren pasar de un carril a otro, formando lo que parecen trenzas con unos yendo en una dirección y los otros en la otra.

Este comportamiento, por supuesto, tiene razones muy poderosas: la gente legítimamente quiere cambiar de carril porque quiere ir a Santa Tecla, no al Salvador del Mundo, o a Santa Elena, no a San Benito, y si siguen en el mismo carril van a terminar en donde no quieren.

La solución de ingeniería de tráfico debe ser encontrar mecanismos para lograr que la gente llegue a donde quiere con el mínimo costo en tiempo y molestias. Ese es el problema que hay que resolver. Pero eso, para el gobierno del FMLN, en su simplismo y su olímpico desprecio de lo que quiere la gente, no es el problema. Para ellos, el problema es que la gente se cambia de carril. Esa es sólo una de las manifestaciones del simplismo del FMLN.

Otra de las características principales del FMLN se manifiesta en la solución que dan al supuesto problema: poner barreras para que la gente no haga lo que necesita hacer. No es una solución creativa, no es ni siquiera una solución porque el problema de dividir el tráfico de los que quieren ir a una parte y los que quieren ir a otra se traslada a otro u otros lugares en la red vial.

El nudo que el gobierno del FMLN ha tratado de resolver se convierte en otro nudo, u otros nudos en otras partes. Esto es lo que ha pasado en tantas otras carísimas soluciones que el gobierno del FMLN ha implementado para mejorar el tráfico. Los carros pasan más rápido sobre el nudo que había para formar otro nudo peor, que abarca al que ya existía.

El tráfico alrededor del Redondel Masferrer nunca había estado tan mal como ahora que las obras del gobierno lo volvieron peor. La enorme intersección a varios niveles cerca de Navarra va a hacer que la enorme cola que ahora se forma en el semáforo se irá a formar unas cinco cuadras después cuando se junte con la cola de la Avenida de los Próceres.

La nueva solución va a dejar todo mucho peor. Los nudos pasarán a otros lugares, y los del FMLN no podrán entender por qué. Además, poner barreras en todos lados es una idea bastante mala. Como todo el mundo se ha dado cuenta, si un carro se descompone los carriles dejados por las barreras caen en enormes congestiones porque nadie puede pasarle al carro trabado.

Esto ya se está viendo. Pero el gobierno, fiel a su manera de ver las cosas, no enmendará su error, sino que culpará a la gente por el empeoramiento del problema.

Es lo mismo en la economía. Creen que hay que prohibir todo—el comercio, la especialización del trabajo, la propiedad privada, etc.—creyendo que inmovilizando a la gente se acabarán los problemas.