Comprendiendo la realidad fiscal

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23 October 2016

Ha aparecido en el país un grupo de economistas que, financiado por varias embajadas, ha estado visitando a varios grupos e instituciones para transmitirles varios mensajes, de los cuales tres parecen dictados por el gobierno.

Primero, que el problema de la deuda del gobierno ha sido endémico y que fue igual durante el tiempo de ARENA. De acuerdo a ellos, este gobierno ha tenido la mala suerte de heredar un problema ancestral, que viene en gran parte de lo que el FMLN llama "los veinte años de ARENA".

Segundo, que todos los partidos políticos y agrupaciones gremiales tienen que llegar a un acuerdo con el gobierno, para inmediatamente decir que eso quiere decir poner nuevos impuestos.

Tercero, que los pagos de pensiones son una de las causas principales del déficit.

Estas tres embajadas son todas amigas, y sin duda que están financiando esto con magníficas intenciones. Pero los economistas que han contratado parecen no haber visto la realidad completa. En su afán de evitar un impago, lo cual es loable, se están prestando para transmitir mensajes que el gobierno ha estado usando en su propaganda política. En este artículo, brevemente expongo cómo las cosas que dicen no concuerdan con la verdad.

En primer lugar, basta ver la gráfica 1 para darse cuenta de que no es cierto que el país siempre ha tenido un problema de deuda. La gráfica presenta tres indicadores de la deuda como porcentaje del Producto Interno Bruto: la del gobierno central, la del sector público no financiero (que es el gobierno central más las instituciones autónomas) y la total (que es la anterior más todas las demás instituciones gubernamentales). Están medidas como porcentaje del PIB, que es lo correcto porque mide la carga de la deuda sobre la producción del país. La línea vertical define el comienzo del primer gobierno del FMLN en 2009. ¿Cómo pueden decir los señores que los gobiernos de ARENA también sobre-endeudaron al país durante sus 20 años si, al comenzar esos 20 años, dichos gobiernos bajaron la deuda de los niveles que tiene ahora a aproximadamente la mitad? ¿Cómo pueden decirlo si desde 1997 hasta el primer gobierno del FMLN El Salvador fue uno de los pocos países latinoamericanos que tenían grado de inversión?

Explicando el término, el grado de inversión es la categoría superior (que se divide en varias sub-categorías) de la evaluación de lo buena que es la deuda de un país. Un país con deuda excesiva por definición no tiene un grado de inversión sino grado especulativo, que es lo que tenemos ahora desde que el FMLN comenzó a manejar las finanzas del país. Cuando El Salvador obtuvo su grado de inversión sólo había cinco países más en Latino América con esa calificación. En la crisis del cambio de siglo sólo quedaron dos: Chile y El Salvador. Esto seguramente no lo sabían los economistas que ahora están aconsejando al país, y por eso dicen lo que a todas luces no es cierto: que el país siempre ha tenido un problema de deuda. Esto es algo que tienen que corregir porque es obvio que no quieren decir algo que no refleja la realidad.

El segundo punto alejado de la verdad (que la culpa de los problemas fiscales la tienen las pensiones) está basado en una trampa verbal. Lo que el gobierno dice, y los consultores repiten, es que los pagos de las pensiones representan más de la mitad del déficit. Esto da la impresión de que son las pensiones las que causan el problema. Lo que no dicen es que, como se ve en la gráfica, hay gastos mucho mayores y que han crecido más rápidamente en lo últimos años. Si usted ya se asustó porque las pensiones son el 50 por ciento del déficit, ahora dese cuenta de que los subsidios son iguales al 100 por ciento del déficit, que los gastos de consumo del gobierno son 360 por ciento del déficit, y que solo los gastos de salarios son varias veces el déficit. En realidad, como se ve en la gráfica, de los gastos principales el más bajo, y el que ha crecido menos, es del de las pensiones.

Los consultores seguramente no saben que cuando ellos dicen que el problema del fisco son las pensiones, que como se ve en la gráfica no lo son, están apoyando al gobierno en su propaganda para confiscar los ahorros que han acumulado los futuros pensionados desde que se reformó el sistema de pensiones en 1998. En ese año se descontinuó el sistema de reparto (que estaba quebrado) y se estableció el de ahorros individuales. En el nuevo sistema, la gente se financia sus propias pensiones, de modo que el gobierno no tiene que realizar pagos para que ellos se pensionen. Los pagos que ahora tiene que hacer el gobierno son los de las obligaciones que acumuló el viejo sistema de reparto, que se eliminó en 1998. Y es a ese sistema que el gobierno quiere regresar, haciéndose cargo del pago de las pensiones en el futuro. ¿Y por qué quiere el gobierno hacer esto? Para confiscar los 9,000 millones de dólares que los futuros pensionados tienen en el sistema, gastárselos para las campañas electorales de 2018 y 2019 y dejar a los futuros gobiernos con la obligación de pagar esas pensiones.

Es necesario que los consultores sepan dos cosas más. Una, que este gobierno no solo ha aumentado las deudas del Estado sino también ha puesto muchos impuestos, con lo que la recaudación ha subido muchísimo en los años del FMLN. La otra es que todos estos gastos no han servido, como dice el gobierno, para mejorar los servicios públicos y rebajar la pobreza.

El dinero ha sido orientado a otras actividades de las cuales el gobierno no quiere dar cuenta. Han sacado tanto dinero para estos propósitos que no hay medicinas en los hospitales, las escuelas se están cayendo, el gobierno ha reducido los gastos por alumno en las escuelas y no paga las deudas, ni los aumentos pactados desde 1994 en el escalafón de salud, ni los bonos de los policías, ni a los proveedores... Y así, el gobierno quiere aumentar los impuestos todavía más, y los consultores lo apoyan, para que se queden con los 9,000 millones de las pensiones, los 1,200 millones más de deuda este año, y al menos dos cuotas más del mismo tamaño en 2017 y 2018, y además, con más impuestos. Y con eso van a contratar más gente en su sistema de clientelismo, que en vez de dar servicio al público hacen activismo para el partido oficial.

Los consultores están correctamente preocupados de que un impago descalabraría al país. Pero lo primero que hay que hacer, y se puede hacer en este momento, es parar la hemorragia de desperdicio que está destruyendo a nuestro país, que lo está dejando sin servicios públicos para financiar redes clientelares. Si eso no se para, habrá chantaje de impago en cada año que queda de este gobierno. Para que los nuevos recursos no se desperdicien, es necesario que las finanzas públicas no sean un agujero negro, como lo son ahora.

Es importante volver a ver la gráfica 1, en la que se muestra que un manejo competente de las finanzas públicas, sin una crisis como la de ahora, y sin caer en impago puede rebajar la deuda desde los niveles que hoy tiene (que son los mismos que tenía en 1990) hasta los niveles que alcanzó en 1997, cuando el país se convirtió en grado de inversión.