E
l Gobierno y el FMLN otra vez están tratando de usar la extorsión para extraer los fondos que quieren para seguir con sus gastos desaforados. La técnica es muy simple. Consiste en decirle a ARENA: "Si no me dan lo que queremos, vamos a hacer algo que realmente va a dañar a El Salvador, como entrar en mora en los pagos de las deudas, o como desdolarizar, o como dejar que el Gobierno colapse al dejar de pagar salarios y otras obligaciones del Estado".
Por supuesto, si ARENA parpadea en esta escena de extorsión, porque negociación no es, y cede a la prepotencia del FMLN y el Gobierno, en el siguiente instante éstos van a pedir algo más, amenazando otra vez con dañar al país si no se los dan. La manera en la que funcionan la han mostrado muchas veces, entre ellas cuando hicieron la última ofensiva para quedarse con las pensiones. En ese momento, el Ministro de Hacienda dijo que si no le daban 1,200 millones de dólares, "tendría" que quedarse con el dinero de las pensiones. Inmediatamente fue corregido por el Secretario General del FMLN, que dijo que querían los 1,200 "y" las pensiones.
En este momento quieren 1,200 millones de dólares, más lo que puedan sacar de las pensiones, que ellos informan no han dejado de querer apropiarse. Es decir, quieren algo como 5,700 millones de dólares, por el momento. Si lo obtienen, en el siguiente momento van a pedir otra cantidad astronómica.
Este comportamiento del FLMN preocupa porque demuestra que han perdido el respeto no solo a la oposición sino a la población entera. Están usando el poder para extorsionar sin tener ya miedo de que el pueblo los pueda castigar con su voto en las elecciones de 2018 y 2019. Esta falta de miedo no se debe a que se sientan populares. Ellos saben muy bien lo que su popularidad ha caído en este Gobierno, y que si el pueblo decide no van a tener votos ni siquiera de una mayoría de los mismos del FMLN.
Manejando enormes cantidades de dinero que les entran día a día (sólo de enero a agosto de 2016 les han entrado 4,406 millones de dólares, según el BCR) no compran medicinas ni materiales para las escuelas ni le pagan dineros que les deben a maestros, policías, médicos, enfermeras, otros empleados de salud, proveedores, y ahora no quieren ni pagar a los pensionados. Se están peleando con todo el mundo.
¿Por qué no les importa pelearse con los que los eligen? Hay varias posibles explicaciones, entre ellas que ya no les importe porque ya decidieron que van a perder y mejor perder saqueando el tesoro que sin hacerlo; que crean que si consiguen el dinero pueden ganar las elecciones aunque se hayan peleado con todos estos sectores; y que crean que pueden quedarse en el poder por otros medios, aunque el pueblo no vote por ellos. Probablemente la verdadera razón es una mezcla de todas estas más otras que no imaginamos. Pero es preocupante que la última encaja con lo que dijo el exembajador de Alemania, que advirtió que el FMLN había ya decidido hace meses que de ninguna manera va a abandonar el poder. Encaja también con el comportamiento de los aliados e ídolos del FMLN, como Fidel Castro, que lleva ya 57 años sin siquiera hacer elecciones, o como los Socialistas del Siglo XXI que no respetan las instituciones para perpetuarse en el poder, o como Daniel Ortega, que echó a la oposición de la asamblea y otras posiciones y se impuso como candidato único con su esposa.
Estos políticos dejaron hace ratos de preocuparse de lo que piensa el pueblo porque si se quejan los reprimen. El que los de aquí ya no se preocupen tampoco es un signo ominoso de que pueden ir por el mismo camino.