El comercio internacional en la economía de nuestro tiempo

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19 February 2019

La mayor parte de la población mundial que no es de la Unión Europea en este momento mira desde una distancia muy confortable la salida del Reino Unido de la Unión Europea en el proceso que ha dado en llamarse Brexit. También, la mayor parte de esta población, incluyendo muchos de los que viven en la Europa que va a quedar, piensan que mientras que el Reino Unido saldrá muy mal parado la Unión Europea saldrá incólume de la pérdida de un pequeño apéndice que se le desprendió. Para despejar estas ideas irreales, el Instituto Halle para la Investigación Económica de Alemania acaba de publicar un estudio del impacto que el Brexit podría tener en el empleo en las economías, no solo de la Unión Europea (UE), sino del mundo entero.

El estudio se concentró en el impacto que tendría en Europa el cambio que los británicos harían de abastecedores en el momento en el que se salieran del mercado común. En ese momento, muchas personas y empresas van a dejar de comprar cosas europeas para comprar cosas producidas en otros países porque el precio de las primeras aumentaría al dejar de entrar con cero impuestos. El Instituto estima que esto pasaría con el 25% de las importaciones británicas de la Unión Europea, que son de $440 mil millones (2.3 veces la producción total de toda Centro América o el doble de toda la producción de Perú).

El Instituto calculó el efecto en el empleo en ese primer momento, cuando las empresas europeas vendiendo al Reino Unido se queden sin esas ventas. El Instituto calculó dos efectos, uno directo y otro indirecto. El directo es el que se produciría en las empresas que exportan sus productos directamente a Gran Bretaña (tales como carros franceses vendidos a ese país), y el indirecto es el de las empresas que venden productos que son incluidos en las exportaciones a ese país, tales como por ejemplo, las firmas alemanas que producen inyectores de combustible que se instalan en esos carros franceses que son exportados a Gran Bretaña.

La tabla adjunta muestra los empleos que se pondrían en peligro en el momento en el que Gran Bretaña saliera del mercado común. Note que entre los países afectados está Gran Bretaña misma, que vende, por ejemplo, motores para aviones producidos en Francia y Alemania que luego son exportados a Gran Bretaña misma. Note en la tabla que los efectos en los empleos son significativos, en contra de lo que la mayor parte de la gente piensa. Alemania tendría presión sobre más de 100 mil empleos, Francia cerca de 50,000, y la UE en conjunto 448,000.

Total empleos afectadosDirectosIndirectos
Alemania102,90039,10063,800
Francia49,80020,40029,400
Polonia46,50018,50028,000
Italia46,20016,20030,000
España31,10013,20017,900
Holanda25,20010,80014,500
Irlanda19,80014,7005,100
Bélgica16,2007,6008,600
Checa15,6005,50010,100
Rumania14,3005,7008,600
Reino Unido12,300012,300
Total 11 países principales EU379,900151,700228,300
Total UE448,000179,000269,200
Total mundo612,400179,000433,600

 

FUENTE: Hans-Ulrich Brautzsch, Oliver Holtemöller, Potential International Employment Effects of a Hard Brexit, Halle Institute for Economic Research, Germany, Discussion Paper 4, February 2019.

Pero note también que hay una línea final en la tabla que muestra el total en el mundo, que añade 164 mil puestos de trabajo en problemas a los que sufriría la UE. Estos son países que producen cosas que luego son incluidas en las exportaciones europeas a Gran Bretaña. Así, por ejemplo, China tendría casi 60,000 empleos en problemas.

La cuenta del Instituto de Halle no incluye las pérdidas que tendrían las empresas británicas que perderían exportaciones a Europa, y las europeas y de otros países que perderían porque producen cosas que los británicos incluyen en sus ventas a la UE.

Al final, no todos estos empleos se perderían en el mundo, porque los británicos comprarían en otras partes lo que compraban en Europa, y viceversa, pero habría tres efectos muy serios. Uno, que subiría la tasa de desempleo durante el periodo de ajuste, que puede ser largo (mientras las empresas que ha perdido su clientela encuentran otra que compense lo que han perdido); el segundo es que Europa y Gran Bretaña, como conjunto, habrían perdido una porción sustancial de sus exportaciones porque los dos comprarían más de afuera de sus dos países que ahora; el tercero es que probablemente el comercio mundial y las oportunidades de empleo se contraerían.

Este problema tiene una solución muy simple, que es que la Unión Europea firme un acuerdo de libre comercio con el Reino Unido aunque éste ya no sea vasallo de la UE—que es lo que Gran Bretaña quiere. Esto no lo ha querido hacer la UE aunque ha firmado muchos acuerdos de este tipo con países que no son miembros de la UE, tales como Noruega, Suiza y Canadá. No lo ha hecho porque no quiere que alguien se pueda salir de la UE sin pagar un costo alto. El problema es que si logran que el costo sea alto para Gran Bretaña, también será alto para la UE misma. El libre comercio es beneficioso para ambos lados, y su falta es un costo para ambos.