¿Adónde fueron a parar esos 7 millones de dólares que Anda le debe a las distribuidoras de electricidad? ¿Adónde fueron a parar esos 21 millones de dólares que el Ejecutivo le debe a Anda?
Los mal pensados creen que posiblemente se asignaron los fondos para pagar el consumo eléctrico de la suministradora estatal de agua, pero terminaron en los bolsillos de los amigos de lo ajeno o en bolsas negras para basura, como ocurrió con el saqueo de 351 millones de dólares durante la gestión de Funes y el primer gobierno del FMLN.
El Diario de Hoy intentó, por medio de la Ley de Acceso a la Información Pública, obtener el detalle de las instituciones estatales que le deben a Anda, pero se nos negó esa información.
¿Desde cuándo se viene arrastrando esa deuda y quiénes han estado a la cabeza de Anda desde que se descubrió ese faltante? ¿Por qué es hasta ahora que el público se entera del desfalco debido a que las eléctricas llegaron a quitarle la luz a la institución?
En las instituciones del Estado hay gente experta en destruir evidencias, archivos, negar información, desmentir, tapar... pero obviamente deuda es deuda y se encuentra en los registros de las distribuidoras de electricidad.
Las víctimas, como lo saben los vecinos de casi todo San Salvador y de ciudades y pueblos del interior, son los consumidores de agua, que somos todos. El agua, después del aire, es lo que más necesitamos para vivir: bebemos agua, nos bañamos cuando eso es posible, con agua sostenemos muchas siembras... el testimonio de tantos agricultores que sufrieron la sequía ultima lo conocen todos.
De un tiempo para acá es frecuente que el sur de San Salvador amanezca sin agua sin ninguna explicación y pasan uno, dos, tres días sin que Anda diga qué ha ocurrido. Al final y por la presión terminando diciendo que una tubería se ha dañado, pero se llevan ¡hasta una semana en repararla! Si no lo cree, pregúntele a los vecinos de Montserrat, La Dina, La Cima, Santa Tecla, etc. ¿Será que ya no hay dinero ni para mantenimiento?
Todo esto pese a que somos un país que, si bien sufre sequías, cuando acaban llueve a mares... el estrella de fútbol playa, Tin Ruiz, fue uno de los afectados por las recientes inundaciones en La Pirraya, donde él vive.
A la par de los desastres
van las ocurrencias
Los estragos causados por inundaciones, tornados, huracanes, tsunamis, son el mayor azote sobre la humanidad, peor que la tontería, el odio y el fanatismo.
Fueron los mongoles, como ejemplo, los que destruyeron la red de irrigación de la Mesopotamia, que al día de hoy es desértica. Y fue la tontería de la Ley de Avenamiento y Riego que rompió el fondo del huacal debajo de Zapotitán, una zona húmeda, llena de ríos y fuentes.
El Avenamiento y Riego, como el Instituto Regulador de Abastecimientos y otros programas, como los primeros intentos de reforma agraria, fueron programas intervencionistas que, como era de esperarse, fracasaron.
Todo fue el preludio de la brutal confiscación de tierras que llegaron a imponer al país hace casi cuarenta años y que han dejado a la agricultura salvadoreña en una lamentable postración desde entonces, con todas las tierras del “sector reformado” en bancarrota al día de hoy.
En todo caso, ¡qué dieran los países del Medio Oriente o toda la zona central de ese gran continente que es Australia, para que en sus sueños cayeran los torrentes de agua que aquí nos caen año con año!