La pena a Saca es el castigo a un esquema para robarle al país

Los efemelenistas no pueden evitar salir enlodados de estos hechos, ya que el mismo esquema de corrupción siguió con Funes en el primer gobierno del FMLN (2009-2014), según ha comprobado y denunciado la Fiscalía General de la República.

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21 September 2018

Saca y su grupo fueron finalmente sentenciados hasta 10 años de cárcel y el pago de más de 300 millones de dólares, una condena que es más moral y simbólica que proporcional al saqueo que se produjo en su gestión.

Los salvadoreños esperaban un castigo más ejemplarizante, tomando en cuenta que el robo de esos cientos de millones de dólares derivó en falta de medicinas en hospitales, el abandono de escuelas, en deficiente mantenimiento de la red vial y otros perjuicios para la población.

Ahora podemos ver que detrás de la jovialidad y labia de Saca había un plan: saquear al Estado con crudas triangulaciones: movían presupuestos de ministerios a Casa Presidencial y de allí a sus bolsillos, todo con el auxilio de testaferros, los que en parte fungieron como tales también y con el mismo esquema con Funes, ahora prófugo de la justicia.

Según se dice, el ataque de Belloso a la UMO, el 5 de julio de 2006, al parecer marcó el inicio de cordiales relaciones entre Saca y los efemelenistas. Las aspiraciones al parecer llegaban hasta entregarle la banda presidencial a Funes, con la esperanza de que después éste se la devolviera y luego repitieran el esquema, pasando por el hecho de dividir a ARENA para no tener una oposición fortalecida. “Los amigos del presidente Saca son también mis amigos”, decía Funes con mucho orgullo.

Las esperanzas de ambos de perpetuarse en el poder, con FMLN y GANA (el partido de Bukele fundado por exareneros seguidores de Saca), se frustraron por la acertada intervención de la Sala de lo Constitucional.

Los efemelenistas no pueden evitar salir enlodados de estos hechos, ya que el mismo esquema de corrupción siguió con Funes en el primer gobierno del FMLN (2009-2014), según ha comprobado y denunciado la Fiscalía General de la República ante la justicia.

Y el partido oficial se ha involucrado más en la medida que aconsejó a Funes huir de la justicia hacia Nicaragua y lo ha defendido a capa y espada pese a todas las evidencias en su contra.

Saben cómo comienzan

pero no cómo van a

terminar sus fechorías

Obviamente Saca y Funes supieron cómo comenzaron su esquema, pero ni ellos ni nadie sabe cómo va a terminar, pues la justicia llega tarde o temprano. Saca ya tuvo lo suyo, pero aún tendrá que servir tiempo en prisión y devolver bienes y dinero. Funes no sabe si en un futuro tendrá que venir esposado y a la vista de todos, como él mismo humilló a Flores.

De igual manera, Ortega, el dictador que protege a Funes en Nicaragua, sabe cómo inició su régimen y sus atropellos contra el pueblo nicaragüense, pero no sabe cómo va a terminar.

Ortega no debe caer en la ingenuidad de creer que son sus “ton-ton macutes”, sus escuadrones de la muerte, el bastión que lo protegerá de por vida. En algún momento la justicia lo alcanzará y tendrá que responder por los más de 300 muertos a manos de sus escuadroneros sandinistas y ola de represión que ha desatado, la cual la “comunidad internacional” y sus organismos se niegan a ver y condenar con energía como en el caso de Maduro en Venezuela.

Dicen que a Funes no lo ponen en la lista internacional de los “más buscados” porque supuestamente es de “izquierda”, pero si hubiera sido de derecha hasta ya estaría con grilletes en Máxima Seguridad. La historia nos muestra que al final la verdad y la justicia llegan.

Eso debería ver el que dicen que pretende ser el heredero de Saca y Funes, con su populismo, su labia, su demagogia, su capacidad de quebrar alcaldías y mentir sin freno, pero también que quiere superar a sus maestros...