Perseguir a corruptos es imprescindible, pero sin “combos”

Como ya hemos planteado, de la misma manera que el periodista Rafael Domínguez, proyectos contra la corrupción y la impunidad como la Cicig son beneficiosos, pero los anexos o condicionantes (“combos”) que incluyen afectan la soberanía y la idiosincrasia de los pueblos.

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18 September 2018

Trece países, entre ellos Canadá y la Unión Europea, han censurado la injustificable expulsión de Guatemala de la Cicig por órdenes de Jimmy Morales, una posición que, como hemos dicho, por otra parte no aplican contra las dictaduras de Nicaragua o Venezuela, despotismos a los que protege un hecho: ser “de izquierda” y por lo mismo garantizar su subdesarrollo.

Como ya hemos planteado, de la misma manera que el periodista Rafael Domínguez, proyectos contra la corrupción y la impunidad como la Cicig son beneficiosos y se agradecen, pero los anexos, agendas extra o condicionantes (“combos”) que incluyen muchas veces afectan la soberanía y la idiosincrasia de los pueblos.

Centroamérica reconoce derechos de la mujer, de los niños, etc., pero que no puede ser más papista que el Papa y debe salvaguardar sus principios, sus creencias y tradiciones heredados de nuestros Próceres, que entre otras cosas abolieron la esclavitud medio siglo antes de Lincoln.

No es procedente pretender que los belgas adopten modos de vida de los japoneses o se quiera que los salvadoreños se comporten como españoles, aunque belgas, españoles y salvadoreños aprenderían mucho de la meticulosidad con que los japoneses cuidan la limpieza de sus ciudades y con particular gracia la de los vestidores de los estadios, una de las simpáticas lecciones del pasado Mundial de Fútbol, donde también los croatas y su presidenta conquistaron el corazón de todo el mundo.

Hay una leyenda de la mitología griega que puede aplicarse a lo que muchos países están pasando al pretender imponerle otros modos de ser distintos a lo suyo:

Entre las hazañas de Teseo está de haber matado al bandido Procustes, que asaltaba a los caminantes y los acostaba en su cama: si la pobre víctima era más larga, le arrancaba las partes sobrantes: si era más pequeña, la estiraba, causándole la muerte. Y el malvado estiraba la cama o la encogía siguiendo sus infernales instintos. Pues aquí algunos piensan que pueden estirar o encoger a las sociedades según el modelo que quieran aplicar, pero es igualmente absurdo tratar que un ahuachapaneco adopte los modos de ser de un escocés, o un izalqueño, los de un sudafricano. No es el caso de “la mona, aunque la vistan de seda, mona se queda”; es forzarla a que deje hábitos y sus propios genes que le ayudan a sobrevivir en las circunstancias en que la naturaleza la ha colocado, encajar con el orden social, cultural, étnico de una particular época y región.

Lo que El Salvador necesita es progreso, trabajo y sanar sus heridas

La información y la iconografía (retratos, relieves, restos momificados) de la época de Abraham en la antigua Sumeria, de chinos y escandinavos, son muy diferentes a las de hoy, comenzando con que la gente era mucho menos alta y corpulenta de lo que es ahora. Napoleón Bonaparte, que en su momento fue el hombre más poderoso de Occidente, medía un metro cincuenta al igual que el primer monarca Borbón, Enrique IV, cuya pequeña armadura se conserva en un museo de Florencia en Italia, pues fue casado con una Medicis.

Sufrimos graves problemas en la actualidad, incluyendo la confusión de muchos sobre lo que es su nación y cómo contribuir a rescatarla, como para aceptar fórmulas de otros que velan por sus intereses y no por lo que nuestro El Salvador requiera para sanar sus fuertes lesiones.