SIECA recuerda los acuerdos firmados en Esquipulas I y II al exhortar a la solución pacífica “y dialogada” de los conflictos del área, lo que, a su juicio, debe ser la base de una solución a las matanzas en Nicaragua.
Pero Ortega no está para diálogos ni ramitas de olivo, sino pensando que “tranquilidad viene de tranca” y es con golpes brutales de trancas que quiere acabar con las revueltas en su país.
Esto recuerda la anécdota de Kant, el gran pensador de Koenigsberg y maestro espiritual nuestro, de una lápida que vio en un cementerio con la inscripción “a la paz perpetua”, la paz que Ortega está dispensando a jóvenes manifestantes nicaragüenses.
Los organismos regionales no deben olvidar que para los socialistas totalitarios, como Ortega, “lo conquistado no se entrega”, por lo que no está para soltar el poder en Nicaragua después del triunfo de los sandinistas sobre Somoza.
Hay una segunda realidad que no toman en cuenta: el denunciado vínculo de regímenes chavistas con el narcotráfico, lo que es por hoy el sostén del engranaje socialista del Siglo XXI en América, lo que da de comer al castrismo, a los venezolanos, a sus redes de influencias en el Hemisferio y, desde luego, a la dictadura nicaragüense. Y siendo así, no se puede esperar ni piedad ni reflexión de parte de esos grupos, como no las tienen los cárteles que operan a lo largo del Hemisferio y en México, que luchan entre sí sin que haya fuerza que los amedrente.
Véase lo que está sucediendo en Honduras con las luchas entre los cárteles y toda la novelesca vida del “Chapo” Guzmán, al que le han dado “residencia permanente” en los Estados Unidos.
A Ortega le deben de divertir las gestiones que hacen los organismos regionales, o el Congreso de Estados Unidos, o los obispos holandeses o quienes sea, para llamar a elecciones (fraudulentas elecciones desde luego como las que realizan en Rusia) o que repare en el grave perjuicio que este rechazo a su dictadura ha generado en Nicaragua.
Nada de eso les importa a los saqueadores orteguistas. “Lo conquistado no se entrega”, como no se resiste a entregar ni lo robado ni su papel político, Lula en Brasil.
Miren quién celebra
elecciones limpias
y garantizadas
Los llamados al “diálogo” deben alertar a todas las personas pensantes en un país, pues en muchos casos son trampas para darle tiempo a mafiosos o criminales de reagruparse para luego volver a las andadas.
Solo hay que ver que en Nicaragua solo sirven para que el régimen gane tiempo después de cada masacre, para después mandar de nuevo a los escuadrones paramilitares a matar a estudiantes y reprimir toda oposición. Lo mismo hace Maduro en Venezuela, utilizando además tramas de supuestos atentados para después justificar la persecución de los opositores.
Con toda buena intención, muchos organismos internacionales asumen el papel de San Francisco de Asís predicando al Hermano Lobo, sin tomar en cuenta que los pueblos se enfrentan ahora a verdaderas fieras indomables.