¡Ganó Francia el Mundial! ¡Ganó Croacia el Mundial!
Y según los humorísticos memes, “ganó África el Mundial”.
Dos errores de Croacia y un malicioso árbitro posiblemente inclinaron la balanza en la final en Moscú.
De allí, como venimos diciendo respecto a la elección de los nuevos magistrados -jueces y magistrados- la objetividad, la imparcialidad, la independencia son esenciales para guiar la administración de justicia tanto en una nación como en torneos deportivos.
Lo que ha deslumbrado en este campeonato mundial es cómo una pequeña nación, que no existía como tal hace 27 años, cuando los Balcanes eran simplemente “Yugoslavia” bajo la dictadura comunista de Josif Broz Tito, cuyos crímenes han ido aflorando con el paso de los años, consigue, a base de tesón, empeño y confianza en sí misma, llegar al pináculo de un deporte.
Gran parte del éxito lo debe Croacia a su mediocampista Ivan Rakitic, quien conjuntamente con Luka Modric, ganador del Balón de Oro del campeonato, fueron el alma de su equipo, los que lo llevaron a la gloria.
De Modric, CNN reportó que el papá se unió al Ejército croata, su abuelo recibió un disparo de los rebeldes serbios croatas y su casa fue incendiada en la Guerra de los Balcanes. La familia huyó a Zadar, en la costa Adriática, pero aún así miles de granadas seguían cayendo, y las balas volaban en el aire. “La guerra me hizo más fuerte”, dijo alguna vez Modric. “No somos gente fácil de quebrantar. Y hay una determinación que muestra eso. Mostrar que podemos tener éxito”.
De este pastor de ovejas en su infancia, han conseguido, practicando y perseverando en el juego, fama y fortuna.
El gran Giotto, una de las glorias del arte universal, era pastor de ovejas y, como tal, Cimabue lo vio dibujando en la tierra con una vara y lo llevó a su taller para formarlo.
Y el alumno superó al maestro...
En la niñez, estos jugadores pudieron superar desafíos más duros que cualquier otro que se pueda presentar en un campo de fútbol, dice CNN.
Vedran Corluka nació en Bosnia, pero llegó a Croacia en 1992. Dejan Lovren también fue un niño refugiado después de dejar Bosnia, mientras que Rakitic, el hijo de padres croatas que dejaron su país de origen durante la guerra, creció en Suiza idolatrando a Robert Prosinecki, exmediocampista croata.
El entrenador Zlatko Dalic, un hombre muy creyente, reza antes de cada partido y, dice: “Doy gracias a Dios porque me ha dado fuerza y fe...”.
Croacia tuvo otra gran arma en su manga: su presidenta Kolinda Grabar-Kitarovi?, que costeó su viaje al Mundial, sus gastos y hoteles, estando siempre al lado de su equipo, pues sabe lo que el desempeño de los croatas en el campeonato hará para el crecimiento económico y la formación de los jóvenes.
El fútbol ofrece un camino para escapar de la pobreza Croacia es un país muy grato que cuenta con dos de las ciudades más interesantes de Europa: Dubrovnik, cuyo Centro Histórico es no solo hermoso sino que cuenta con el conjunto amurallado más formidable que puede conocerse; como con Splitz, que en su momento fue el bastión que construyó para sí mismo Diocleciano, el culpable de la caída del Imperio Romano por su socialismo extremo, que propició el triunfo de Constantino bajo el estandarte cristiano.
Y allí sigue Splitz, donde se puede comer el mejor pescado en este mundo, ver su mausoleo convertido en catedral cristiana y su palacio albergando familias que están allí desde las invasiones bárbaras.
Centenares de miles de niños en Croacia crecen practicando el fútbol, como son centenares de millones de niños y adolescentes que juegan el deporte para salir de la pobreza y del anonimato.
Dios los bendiga...