Malala y su lucha contra el fanatismo y en favor de la educación

Esta joven es una de las cien mujeres más influyentes del mundo, influencia que ella usa para exponer la tragedia que personas de uno y otro sexos sufren en zonas bajo control de fanáticos que no vacilan en asesinar para imponer el terror y doblegar poblaciones.

descripción de la imagen

Por

12 July 2018

Malala, la joven paquistaní víctima de un intento de asesinato que le ha causado daños permanentes a su rostro, cuenta que para los talibanes “educar a la mujer” es contra los principios del Islam, interpretación que cualquier musulmán hace por sí y ante sí; hay más de un billón de musulmanes en el mundo, por lo que también hay un billón de versiones.

Esta postura extrema —pues en todo el Medio Oriente hay escuelas y universidades donde estudian niñas y mujeres— la imponen los talibanes y en áreas donde la mujer es casi una esclava, un ser sin más derechos que lo permitido por su familia y el clan donde están insertas.

Malala narra cómo los talibanes van ganando, con denuncias y chismes, la confianza de una población para luego aplicar sus reglas: las escuelas son para hombres pero ellos también tienen restringido lo que pueden aprender, ver, oír y hacer. Si un joven es seguidor de un deporte o aficionado a un conjunto musical, le reprimen, pues esa atención debe emplearse en estudiar el Islam y no otra cosa, como cuando en los campamentos guerrilleros de El Salvador se disciplinaba y se llegaba a asesinar a los que se desviaban de una debida conducta revolucionaria, como sucedió en San Vicente a una pobre sicóloga de la UCA y a un millar de jóvenes más que murieron colgados y apaleados en la guerra de los 80. Por una causa similar fue asesinado Roque Dalton por sus mismo compañeros en 1975, hecho que la Sala de lo Constitucional ha ordenado que se esclarezca y se haga justicia.

La prohibición de educarse se extendía a lo que se podía leer y ver, incluyendo televisores, radios y libros. En el documental que narra la vida de Malala, que fue llevada a Inglaterra para salvarla después del atentado, se filma una quema de aparatos basada en hechos reales.

Quemar libros, dar fuego a escuelas y centros de enseñanza, atacar periódicos, clausurar emisoras es parte del proceso para silenciar una sociedad. En un punto de la Unter den Linden de Berlín se puede ver donde los nazis quemaban libros, como en Cuba y la Unión Soviética.

Siempre la barbarie ronda

a los pueblos civilizados

Esa persecución contra las voces disonantes llevó en nuestro país al asesinato de intelectuales como Edgar Chacón, Gabriel Payés, el padre jesuita Francisco Peccorini, Roberto García Alvarado y Rafael Hasbún.

Las plantas de El Diario de Hoy y La Prensa Gráfica fueron atacadas con bombas en 1979.

De allí la cruzada de Malala en el mundo: dar oportunidad a la mujer a educarse, como asimismo procurar que ellas y ellos, jóvenes de uno y otro sexos, tengan acceso a una enseñanza sin torceduras, limpia y objetiva.

No cabe en esto ni la prohibición que hubo en muchos estados norteamericanos de no enseñar la Teoría de la Evolución, ni sectarismos de ninguna naturaleza.

Se debe diferenciar la educación de la indoctrinación, esto último los lavados de cerebro, inculcar odios, mentir y falsificar hechos, como acostumbran la extrema izquierda y los socialistas del Siglo XXI en el país.

Esta joven es una de las cien mujeres más influyentes del mundo, influencia que ella usa para exponer la tragedia que personas de uno y otro sexos sufren en zonas bajo control de fanáticos que no vacilan en asesinar para imponer el terror y doblegar poblaciones.

De allí la importancia de velar por la verdad, por principios morales, por las libertades humanas.