Interpol debe capturar a Funes y los demás por el “robo del siglo”

¿En qué mundo de fantasía estaban los funcionarios de ese primer gobierno del FMLN que siguen en este segundo y parecían no ver lo que la gente medianamente informada en este país veía?

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04 July 2018

Los indiciados en el “robo del siglo” apelaron por su proceso y órdenes de captura como cualquier acusado tiene derecho a hacerlo, pero son tan abrumadoras las pruebas en su contra que solo podrían revertirse si el oficialismo y los sectores comprometidos con la corrupción se tomaran el poder judicial, como se ha denunciado que buscan hacer.

Lo más sintomático es que funcionarios y el partido oficial están recogiendo firmas para presionar al juez, pero no presentan escritos o pruebas de descargo pues no hay nada que los exonere frente a tantas evidencias.

En consecuencia, el juez debe ordenar que Medicina Legal examine a Pignato y los que han sido llevados a hospitales para corroborar que necesitan tratamiento, pues, como señaló el mismo juzgador, hay “peligro de fuga” mientras no estén asegurados en un centro de reclusión.

En cuanto a Funes, Ortega tiene que entregarlo a la Interpol, indistintamente de si la Corte Plena aprueba o desaprueba su extradición. Y si la Interpol no puede traerlo a El Salvador, aún así enfrentaría el riesgo de que Estados Unidos se lo lleve para que lo juzguen por lavado.

El juez ordenó la captura de prestanombres, secuaces, involucrados directamente, más un “chulo”, pero estrictamente hablando le tocaría meter a muchos más del partido oficial en chirona, pues, según ha revelado la Fiscalía, en una forma u otra aquéllos fueron parte del engranaje de las operaciones, sea escondiendo información, “haciéndose los del ojo pacho”, pagando las tarjetas que el sujeto usaba en sus viajes, moviendo fondos de unas partidas presupuestarias a otras, callando lo que era obvio.

Tan es así que hasta hace muy poco dirigentes efemelenistas aseguraban que Funes era inocente de las acusaciones y a admitir que ellos mismo le aconsejaron que se fuera del país, justo cuando se le comenzaba a juzgar por enriquecimiento ilícito.

Los empleados de aduanas no podían ignorar que el señor y su mujer metían al país bultos que nadie revisaba, como tampoco podían ignorar que Funes iba de suntuosa mansión en suntuosa mansión pese a que el salario, incluyendo los gastos de representación, no alcanzaban para pagar ninguna de ellas.

Tampoco ninguno de los funcionarios, incluyendo el secretario de “transparencia”, cuestionó el pago de 108 millones de dólares por el gran hoyo de El Chaparral, pese a que dicha obra estaba y continúa estando inconclusa. ¿Lo autorizó en un arranque de chifladura, o en un arreglo oscuro con constructores?

Lo cierto es que para justificarlo alegaron ridículamente que habían tenido “imprevistos imprevisibles”.

¿Qué harán con los otros?

¿En qué mundo de fantasía estaban los funcionarios de ese primer gobierno del FMLN que siguen en este segundo y parecían no ver lo que la gente medianamente informada en este país veía?

El “robo del siglo” no puede quedar en la impunidad, sea que la Interpol capture a Funes y lo traiga amarrado al país, sea que lo entregue a los estadounidenses.

Lo que la gente se pregunta ¿por qué solo a Funes y se deja de fuera a otros individuos?

El magistrado Sidney Blanco, miembro de la Sala de lo Constitucional, ya dio la clave: que la Fiscalía le pida a la Sección de Probidad la certificación de los casos que ya no avanzan en Corte Plena para que se abra una investigación formal por cada uno en el Ministerio Público.

Probidad señaló a Funes por no justificar el ingreso de 728 mi dólares, pero la Fiscalía le descubrió el saqueo de 351 millones de dólares de los fondos de todos los salvadoreños.