La Fiscalía aún tiene una larga lista de casos para destapar

La lista de candidatos a magistrados debe ser espulgada a la milésima de milímetro por los actuales miembros de la Asamblea, que deben velar por la seguridad de los ciudadanos, de todos los ciudadanos, para que no queden expuestos a ser perseguidos y aniquilados por jueces malévolos.

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Por El Diario de Hoy

13 June 2018

La operación contra la red de saqueo que operó en el primer gobierno efemelenista, que Funes presidió, ha revelado en su máxima expresión la corrupción que imperaba y de la que todo el mundo hablaba, pero que la autoridad tardó en destapar.

Lo cierto es que la Fiscalía debe profundizar más en ese y otros casos que, según se dice desde siempre, huelen a la peor podredumbre y han sido harto denunciados por la ciudadanía y los medios de comunicación, como El Chaparral.

El Fiscal General ya dijo que solo hace su trabajo y que no actúa por tendencias ideológicas. Destapando ese y los demás casos, el jefe del Ministerio Público puede demostrarle que su objetivo no es dañar a la derecha y encubrir a la izquierda como se pudo pensar, ni conseguir votos para reelegirse, sino llegar a la verdad y la justicia.

En la memoria de los salvadoreños está fresco aún cómo la Fiscalía ha procesado implacablemente a personas ligadas a la derecha política, pero hasta ahora no ha procedido contra las figuras del oficialismo cuestionadas por haberse convertido en empresarios y terratenientes después de andar en pantalones vaqueros raídos.

Sin duda Funes no tiene moral alguna, no tiene vergüenza y se aprovechó como pudo de su cargo, pero pese a la confusión mental y ética que padece, nunca fue considerado auténtico militante o efemelenista de pura cepa.

De hecho, tanto el gobierno como el partido oficial han tomado distancia de Funes y su grupo, a diferencia de todavía hace unos meses, cuando proclamaban su apoyo a ese régimen y confesaban con toda desfachatez que ellos mismos le habían aconsejado huir a Nicaragua cuando la Fiscalía comenzaba a investigar la escandalosa corrupción en su gestión.

Es claro que ahora nadie querrá decir siquiera que es su amigo, por más lazos que los unan.

O todos en la cama o todos

durmiendo en el suelo

El impulso que se le ha dado a la lucha contra la corrupción debe ser renovado y fortalecido. Y ello toca a la gran responsabilidad histórica sobre los hombros de la actual Legislatura: asegurarse de que los magistrados de la Corte y el Fiscal que elijan no estén ligados a partidos políticos o grupos de poder, al igual que debe ser con los jueces en toda especialidad.

La lista de candidatos a magistrados debe ser espulgada a la milésima de milímetro por los actuales miembros de la Asamblea, que deben velar por la seguridad de todos los ciudadanos, para que no queden expuestos a ser perseguidos y aniquilados por jueces malévolos, como ha sucedido y puede pasarle a cualquiera.

Por algo distinguidos abogados salvadoreños han dicho que nombrar en magistraturas y judicaturas o la Corte de Cuentas a individuos con nexos e intereses políticos, a faltos de moral, sin escrúpulos, es una traición a la Patria, a todos sus hijos.

Nadie quiere árbitros deportivos que no sean imparciales, jugadores que se han vendido para perder un juego, policías que aceptan mordidas, funcionarios de aduanas que a unos les cargan la mano pero a otros no, médicos que desatienden a pacientes por antipatías... todos queremos, cuando nos toca, ser medidos con la misma vara que al resto.

Así que, señores diputados, elijan sabiamente a magistrados de la Corte que mantengan el nivel de la actual Sala de lo Constitucional y en su momento al Fiscal General que crean idóneo.