Buscarán concertar y entenderse pero sin sacrificar principios

Los efemelenistas no han dado ninguna señal de rectificar ni sus objetivos ni sus actitudes hacia la gente, la Nación, el mundo. Y lo que quedó claramente en lo expuesto en el programa que salió a la luz después de su convención en 2015.

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Por El Diario de Hoy

09 April 2018

Los precandidatos a la Presidencia por ARENA mostraron su buena disposición para llegar a entendimientos con otros partidos, incluso con los efemelenistas, pues limar asperezas facilitará la recomposición de nuestro país, que sufre las consecuencias de una pésima administración y de las erráticas decisiones de los tres previos gobiernos.

Buscar entendimientos no significa sacrificar principios y objetivos, pues son muchas las fallas que se deben corregir, la corrupción que tiene que erradicarse y el deterioro económico que daña a toda la gente.

Como dijo don Guillermo Sol durante el foro, él ha perdonado a sus secuestradores y a quienes lo difamaron y pretendieron encarcelarlo pero, por encima de nobles posturas personales, está la tarea de rescatar el orden de leyes, sanear las instituciones, combatir el prevaricato, restablecer la confianza de la población, alentar las inversiones.

Se debe hacer justicia a las familias que perdieron hijos y padres durante la racha de secuestros que se desató en la década de los 80, como en mayor grado a los familiares de las decenas de miles de salvadoreños muertos durante la guerra, además de los que perdieron bienes y fueron forzados a huir del país.

Esto de “la reconciliación” se planteó ya, pero sin tomar en cuenta una realidad moral: las treguas con pandilleros, como con bandas armadas, dejan heridas engangrenadas en una democracia; lo actuado en Colombia, al pretender incorporar a la vida cívica a narcotraficantes criminales, sólo perpetuará las desgracias y sufrimientos del país.

Los efemelenistas no han dado ninguna señal de rectificar ni sus objetivos ni sus actitudes hacia la gente, la Nación, el mundo. Y lo que quedó claramente en lo expuesto en el programa que salió a la luz después de su convención en 2015: mantienen el mismo plan de instaurar un régimen castrista en El Salvador, que relegaría a la inmensa mayoría de salvadoreños a la condición de siervos, de seres domesticados al servicio de una pequeña clase de depredadores.

El odio de clases es lo que les hace pasar por encima de todo sentimiento, lo que causó los bárbaros asesinatos perpetrados contra millares de jóvenes campesinos e inclusive de una pobre sicóloga de la UCA con ellos. De allí han tomado el modelo las pandillas que asuelan a El Salvador.

El rescate de la institucionalidad es una tarea urgente

Combatir la impunidad, el nepotismo, el prevaricato, la corrupción, son tareas imprescindibles para rescatar a nuestro país del desastre al que lo han llevado y que se manifiesta en incontables abusos y atropellos.

Las leyes deben proteger a toda persona inocente, no usarse para perseguir a nadie como sucede en este país.

Hay grandes urgencias que exigen posturas vigorosas y definidas: el empobrecimiento general, la falta de inversión, el que hayamos perdido competitividad, el que seamos una ruta del narcotráfico que a partir de Colombia y Venezuela, se dirige al norte.

Y a ello, como cualquier puede enumerar, se suma el grave deterioro de los servicios públicos, de la educación y de nuestras escuelas, de las carreteras y de la seguridad ciudadana.