Inician los debates de precandidatos... ¡Suerte a todos!

Nuestro consejo a los postulantes es no tener favoritos y buscar siempre consejos y opiniones de personas honestas y versadas en diversos campos. Y adicionalmente, seguir cuidadosamente a la opinión pública, estar pendientes de lo que se dice, se critica, se desea y se aconseja.

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Por Inés Quinteros

04 April 2018

El primer debate entre los precandidatos de ARENA a la Presidencia se realizará este jueves, lo que ha despertado mucho interés, ya que todo apunta a que muy probablemente el próximo Presidente de la República será un arenero.

De cómo se desarrolle el foro depende en gran parte de las preguntas que se hagan y la exposición de las posturas básicas de cada candidato, aunque está claro que todos buscan la forma de sacar al país del desastre al que lo ha llevado el actual grupo en el poder.

Hay muchas experiencias en la historia contemporánea, y sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, de cómo países devastados lograron reconstruir y re-moralizarse además de rescatar sus instituciones y su democracia.

En cuanto a lo económico, lo esencial es eliminar las ocurrencias y saqueos, además de reducir de raíz la gigantesca e inútil burocracia que Funes puso en pie de la noche a la mañana.

El procedimiento es básicamente simple: eliminar impuestos, medidas arbitrarias, canonjías que estos personajes se han recetado, investigar sus enriquecimientos, aplicar la ley sin los descarados favoritismos que se ha visto en todo este tiempo. Cuando las reglas son claras y lógicas, la población se ocupa ella misma de recomponer su trabajo.

En todo debate algo o mucho de las convicciones, del “fuego interno”, de los anhelos de cada postulante lleva dentro, sale a luz. Y queda luego al público analizar, señalar, sugerir a cada uno de sus candidatos preferidos, lo que debe ilustrarnos a todos.

Es esencial, en esto, que se haga valer el principio constitucional de que un candidato debe ser alguien con conocimientos superiores, de connotada instrucción, lo que “ni de lejos, de muy lejos” se ha cumplido por los últimos periodos al frente del Ejecutivo.

Los ignorantes caen en la soberbia pues no miden los alcances del verdadero conocimiento y la humildad que eso trae consigo; de allí la frase clásica de “solo sé que no sé nada”.

Nadie quiere prepotentes ni sordos en la presidencia del país

Con mucha ingenuidad se repite que un gobernante puede rodearse de gente capaz, pero la experiencia al respecto no puede ser más desalentadora, comenzando con “los amigos de Mauricio” y el gabinete actual, comparado con el baile de las sillas, donde dan vueltas sin salir del problema.

Nuestro consejo a los postulantes es no tener favoritos y buscar siempre consejos y opiniones de personas honestas y versadas en diversos campos. Y adicionalmente, seguir cuidadosamente a la opinión pública, estar pendientes de lo que se dice, se critica, se desea y se aconseja.

Problemas sí que abundan, desde la violencia que el grupo en el poder no logra controlar ni hace serio intentos al respecto, hasta el endeudamiento, la falta de inversiones, el que, si lo dejaran a su albedrío, una gran cantidad de la población se iría a otra parte, como se fueron huyendo de la guerra en la década de los Ochenta.

A Dios rogando y con el mazo dando: la Presidencia no es, para un patriota, un gran regalo, sino una enorme responsabilidad, pues en sus manos queda mucho de los destinos de tantas personas, sectores, de los que se sacrifican pero también tienen esperanza.