Sin límite en sus gastos y tomando dinero de donde sea

A la panza-cracia tal cosa le importa un comino, pero no se dan cuenta de que de seguir así las cosas, el piso en el que están parados puede desfundarse, producirse una “cárcava económica” que arrastre a la Nación entera.

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Por Elizabeth Castro

23 March 2018

En lugar de reducir gastos, voceros oficiales dijeron que el gobierno ha solicitado y obtenido un préstamo del BID por $350 millones. Pero además se informa que quieren negociar a largo plazo la deuda que tienen, hasta el 2024, lo que significa que tocará a los salvadoreños continuar pagando las viajaderas, despilfarros y sostenimiento de activistas por seis años más. ¡Que siga la fiesta!

Aunque se alega que los fondos servirían para cubrir el déficit en el presupuesto de 2018, lo cierto es que el actual gobierno efemelenista tiene los ingresos tributarios más altos en la historia del país, pero se endeuda más para continuar gastando.

Contraer más préstamos les ha llevado a emitir letes (los que tienen un próximo vencimiento ) y seguir manoseando los ahorros de los trabajadores, los cuales pretenden pagar con papeles de vencimiento en unos años, a un interés por debajo de las tasas de mercado y sacando dinero “de donde pueden”.

Una de las fuentes de ese dinero son los presupuestos públicos de servicios esenciales como salud y educación, cuya calidad ha reducido: no se abastece de medicinas la red hospitalaria, tiene casi abandonado el mantenimiento de equipos e instalaciones y la situación de las escuelas no puede ser más triste, comenzando por los techos, podridos en su mayor parte y lo que obliga a suspender clases cuando llueve.

¡Pero siguen en sus viajes como valijas, como el caso de un ministro que hizo viaje de tres días a Nueva York con su séquito para asistir a una reunión de tres horas!

Meten mano en las arcas nacionales a como dé lugar, inclusive inventando nuevas maneras de exprimir a la gente, como el “examen sicológico” para obtener licencia de conducir.

Literalmente gastan dinero como marineros borrachos.

Aunque ellos no lo crean, cada acción tiene su reacción, genera efectos en lo inmediato y a futuro. Y uno de estos efectos es el deterioro de la economía y el desempleo: año con año, se sabe, más de ciento cincuenta mil jóvenes quedan sin encontrar empleo, una fuerza laboral que se pierde.

Y cada año, como resultado del derroche, los precios suben, lo que a su vez agrava la situación de todas las clases sociales pero con especial dureza en los sectores de bajo ingreso.

¿Quiénes quieren que paguen?

Muy simple: los salvadoreños

El saqueo de recursos de una nación no solo es una forma de corrupción, sino la peor de todas, pues afecta muy negativamente el desarrollo y por lo mismo, el bienestar general. Y en economía, lo que no crece, decrece, pues el estancamiento es un retroceso dado que otros países, y sobre todo los que compiten con el nuestro en mercados internacionales, nos aventajan día a día.

A la panza-cracia tal cosa le importa un comino, pero no se dan cuenta de que de seguir así las cosas, el piso en el que están parados puede desfundarse, producirse una “cárcava económica” que arrastre a la Nación entera sin que la narcodictadura venezolana corra en su auxilio, pues tienen que sostenerse a ellos mismos y además sostener al castrismo, también parado sobre terrenos muy, muy flojos.