Hay muchos caminos a Roma para la gente que se educa

El incentivo más poderoso para educarse es el ejemplo de personas de éxito que llegaron lejos gracias a su saber y su responsabilidad, no debido a ser parte de engranajes diabólicos

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09 abril 2014

No hay fórmulas precisas para educar, pero son muchas las variantes que pueden ponerse en práctica con éxito, como lo hacen en Paquistán, donde licitan instalar colegios privados en zonas deprimidas, o la de Colombia, donde se concesionan escuelas públicas a gestores privados.

Esto último fue parte del buen resultado que tuvo el programa Educo, del Ministerio de Educación, suprimido, sin consulta ni discusión alguna, al llegar el actual régimen al poder, que caminó atrás en el tiempo al sistema centralizado, tan vulnerable a los tráficos de influencias y a la obediencia, sin chistar, a "líneas ideológicas".

Mucho incide, en los enfoques y prácticas de la Educación, lo que se propone un sistema, desde enseñar a pensar y aprender para desarrollar las capacidades de los educandos, hasta indoctrinarlos para obedecer, lo que es norma bajo las dictaduras, en las que el indivíduo es un peón al servicio del sistema impuesto.

El tema se discutió en el Séptimo Congreso de Fondos de Pensiones, donde se trató la crisis de los sistemas previsionales y de los intentos de muchos gobiernos para quedarse con los ahorros de los trabajadores, como viene sucediendo en El Salvador desde la presidencia de Antonio Saca.

Desde muchos puntos de vista, hay que decirlo, las pensiones tienen que ver con la productividad general de la población la que, a su vez, se relaciona con el mayor o menor grado de educación que tenga un pueblo.

Por hoy, hay una tercera y diabólica ruta: pasar de la educación al sometimiento total, como se da en sectas políticas pero sobre todo en el crimen organizado, las pandillas y el narcotráfico, que convierten al individuo en "cosa" incapaz de decidir nada por su cuenta.

Se trata de inculcar en los jóvenes los deseos de superarse

Paralelo al esfuerzo formal para educar ---escuelas públicas y colegios privados o semiprivados--- está la enseñanza directa como la del aprendizaje (perseguido y erradicado oficialmente por presión de la OIT) y la que adultos y jóvenes reciben en sus lugares de trabajo, donde terminan por incorporarse al mundo real.

Esto lleva a la gran interrogante: ¿Queremos terminar con un país de zombis que obedecen al Gran Hermano que todo lo sabe, o sometidos como esclavos por la delincuencia?

Y esto, además de ser una perspectiva de horror en nuestro suelo, amenaza a países como Bolivia, con su gran sacerdote de la coca, y viene siendo Cuba desde hace más de medio siglo.

El incentivo más poderoso para educarse es el ejemplo de personas de éxito que llegaron lejos gracias a su saber y su responsabilidad, no debido a ser parte de engranajes diabólicos. Y en eso están errados quienes proponen la enseñanza nivelada para mediocres, pues desalienta el esfuerzo tanto de alumnos como de profesores.

Lo anterior encaja con una de las propuestas del Congreso: preparar bien a los maestros y premiar a los que sobresalgan, a los que inspiren en sus alumnos el deseo de avanzar, de subir y no quedarse en el mismo plano donde nacen.

Lo que es el espíritu de la educación del Primer Mundo: dar oportunidad a muchos de llegar a ser líderes, obligando a estudiar, a pensar, a investigar y a ser responsables. Y los que no alcancen esos niveles, siempre estarán mejor que si no se les exige superarse, subir siquiera un peldaño…