Quieren limitar el derecho de los ciudadanos a votar

Una persona es la misma tenga o no tenga su DUI vigente, y por lo mismo su posición como votante no cambiará.

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Por Mirna Navarrete

15 December 2017

En el último intento de impedir el voto de una mayoría de salvadoreños, el gobierno amenaza con un veto a lo dispuesto por los partidos políticos no oficialistas de autorizar el voto tanto a quienes porten DUI vigentes como a quienes los tienen vencidos.

Y la razón de ese aval de los partidos es muy simple: una persona es la misma tenga o no tenga su DUI vigente, y por lo mismo su posición como votante no cambiará.

Pero el partido oficial lo que busca es estorbar en todas las formas posibles que los ciudadanos no comprometidos con el oficialismo voten, para en tal manera que el disciplinado voto de sus militantes pueda darles el triunfo, una victoria cargada de cuestionamientos y dudas como ha sido en la última década.

Amañar elecciones, burlar a los electorados, valerse de censuras, pactar con bandas criminales, todo es parte del arsenal con que los socialistas del Siglo XXI logran sus victorias y, lo que es peor, se perpetúan en el poder como la narcodictadura venezolana.

No se conoce ningún caso en que un régimen comunista (o “socialista” como suelen decir) voluntariamente deje el poder, como la única forma en que un dirigente de extrema izquierda deja el poder es cuando muere o lo mueren, como le sucedió a Cayetano Carpio, el fundador de las FPL.

Y eso es precisamente lo que está sucediendo en Venezuela: Maduro ha inventado una “nueva constitución” que es darle una falsa legalidad a la dictadura, como Evo en Bolivia hizo que una Corte nombrada por él mismo le abra el camino para continuar en la presidencia hasta 2024.

En todos estos embrollos se olvida la advertencia de Lord Acton, de que el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente.

Las dictaduras ponen en manos de individuos que tienen que recurrir a fraudes para sostenerse, con lo cual los pueblos quedan aprisionados en las limitaciones mentales e ideológicas de personajes que son un obstáculo casi insalvable para el progreso, para seguir la marcha del tiempo.

La amenaza es que el poder total quede en manos de totalitarios e incompetentes

 

Por ahora hay dos grandes perdedores: los sectores productivos, los que con su esfuerzo y sus ideas sostienen el suministro de bienes y servicios a los salvadoreños, a todos los salvadoreños, incluyendo a los efemelenistas con sus impuestos, y a los millennials, a las juventudes que anhelan labrarse su puesto bajo el sol.

Pero en el presente caso hay una amenaza todavía más grave para todos los pobladores en esta tierra: dada la absoluta y demostrada incapacidad de la extrema izquierda para hacer que algo funcione, de caerles el poder total en sus manos sobrevendría un colapso de la producción en todos sus órdenes, como han colapsado todos los negocios del llamado grupo Alba y colapsaron las fabriquitas que con dineros foráneos formaron en la Segundo Montes al cesar la guerra que ellos mismos iniciaron.

Un colapso general de la producción afectará a todos los salvadoreños, incluyendo a los cuarenta y tantos mil activistas que ahora medran a la sombra de los presupuestos públicos. Pues los dirigentes pueden escapar, como Funes, pero no hay lugar sobre la Tierra ni menos en la región, que esté preparado para sostener a cuarenta mil personas que lo único que saben hacer es ser sumisos a un partido, aunque siempre habrá algún espacio para los salvadoreños de trabajo.