Bajando en veredas al lado de abismos hasta el gran templo

Las excavaciones en Egipto continúan, sacando sorpresas y tesoros de su suelo. Ahora se investigan cámaras secretas al lado de la tumba de Tutankamon y minúsculos robots están penetrando la gran pirámide.

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Por Mirna Navarrete

28 November 2017

Al descubrirse la tumba de Tutankamon y a causa de una serie de desgracias sufridas por quienes dirigieron la expedición, principalmente Lord Carnarvon y Howard Carter, se dijo que innumerables desgracias caerían sobre los que profanaran el sepulcro, pero a partir de entonces millones de turistas, arqueólogos, trabajadores y toda clase de personas han estado allí sin que les caiga un rayo.

La tumba está localizada en el Valle de los Reyes, donde se encuentran decenas de sepulcros reales que fueron todos saqueados en la antigüedad, y lo mismo sucede con el Valle de las Reinas, mustios lugares que siempre vale la pena visitar.

Montando un burro, nuestro guía nos llevó hasta lo alto de los montes de ese valle, para luego, en una escarpada vereda al borde de un precipicio serpenteaba hacia abajo, a la ribera occidental del Nilo, donde se encuentran las ruinas del palacio-templo de la reina Hatchesup, una de las mujeres más extraordinarias de la historia.

La reina dominaba, desde su templo-palacio, el Alto y Bajo Egipto, manteniendo un harén de consortes que eran tratados como príncipes pero sin jugar ningún papel en la política o la milicia.

Egipto era una de las grandes potencias militares del mundo antiguo, el mundo mediterráneo, lejos de China e India, pero cercanos y con frecuencia en conflicto con los reinos babilonios y asirios de su tiempo.

El templo tiene una imponente fachada de columnas y pilas tras frente al Nilo, lo que se dice que inspiró, siglos más tarde, las columnatas de los templos griegos, tanto en lo externo como en lo interno.

El Partenón, para nosotros la más extraordinaria obra arquitectónica que ha creado el género humano, tiene sus raíces en los templos de Luxor y Karnak como al construido por la gran reina Hatchesup. Para algunos cariocas, la más grande creación artística del hombre es el rígido Cristo del Corcovado en Río de Janeiro. ¿Qué lugar corresponde, según ellos, al Taj Mahal, al conjunto de rascacielos de Manhattan, a las grandes pirámides mayas y aztecas, a los templos de Kobe y Kyoto, a los templos de Konarak en India, al palacio del Rey Darío en Persépolis, a los templos edificados por Adriano en Baalbek, Líbano... (La lista puede completarla cualquiera de nuestros lectores versado en historia de la arquitectura)?

La figura viva en piedra de Tutmosis III

nos mira noblemente por milenios

Al morir la reina, se sentó en el trono quien posiblemente era su hermano menor (los faraones se casaban entre hermanos) Tutmosis III, que queda en la historia como uno de los más grandes generales y estrategas que jamás vivió, un hombre que impuso el reino sobre sus rivales.

Tutmosis nos mira, a través de los milenios, en su efigie sentada que se conserva en el Museo Egipcio de Turín, una estatua que irradia nobleza, espiritualidad, conocimiento del mundo. No hay otro faraón, ni Ramsés II, que sea un ser vivo en piedra con tanta majestad.

Las excavaciones en Egipto continúan, sacando sorpresas y tesoros de su suelo. Ahora se investigan cámaras secretas al lado de la tumba de Tutankamon y minúsculos robots están penetrando la gran pirámide tras la tumba secreta de su creador, Menes... esperen los capítulos siguientes de esta saga...