El gobierno francés no invita a Trump

Como lo hemos dicho ya, una cosa es el cambio climático y otra el cuidado que merece el medio ambiente, muy afectado por lo que los hombres hacen.

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Por Mirna Navarrete

07 November 2017

El gobierno francés no ha invitado a la próxima conferencia sobre el cambio climático al presidente Donald Trump, quien ha sido un duro crítico y escéptico de las teorías sobre el también conocido como calentamiento global.

Los críticos sostienen que la teoría de que el clima es afectado por las actividades humanas contrasta con las devastaciones causadas por los huracanes, que se movieron con más violencia y energía que la contaminación de todas las fábricas de naciones medianas y sus vehículos. En unas pocas horas varias islas caribeñas, incluyendo Puerto Rico, fueron devastadas por uno solo de los huracanes.

Tomará mucho esfuerzo e inversión recomponer Houston y regiones aledañas de los daños causados por Irma, un huracán menos violento que María, que asoló a Puerto Rico.

Los huracanes son parte de la enorme influencia que tienen los océanos en determinar el clima sobre la Tierra, pues el plancton y la vida marina generan mucho más gases y energía que todas las fábricas y la actividad de los hombres sobre la tierra, lo que a su vez se determina y pone en movimiento por la actividad del Sol, que lanza al espacio llamaradas muy superiores en tamaño a la Tierra.

Los críticos de la teoría del cambio climático exponen que el Astro Rey, no los automóviles y fábricas de toda Europa, o de todo el mundo industrial, es el factor determinante del clima sobre la Tierra, a su vez influenciado por las formaciones de nubes que dan el efecto invernadero que nos protege a los hombres de achicharrarnos en minutos de no contar con esa protección.

El presidente Trump puede señalar un hecho: no hay evidencias científicas que confirmen que cualquier actividad humana es capaz de cambiar el clima.

Una cosa es cambio del clima

y otra el cuidado del medio ambiente

Cambios climáticos casi iguales a los que se dan en la Tierra se producen en Marte, donde, “hasta donde sabemos”, no hay ni fábricas ni seres vivos.

Como lo hemos dicho ya, una cosa es el cambio climático y otra el cuidado que merece el medio ambiente, muy afectado por lo que los hombres hacen.

Y son muchas las iniciativas para proteger o rescatar el medio ambiente de prácticas depredadoras o malas prácticas, como tirar sobre los ríos plásticos que a su vez son arrastrados al mar, donde perjudican la vida marina.

En varias ciudades del Primer Mundo han prohibido el uso de bolsas de plástico o vender agua también en recipientes de plástico.

Hay comunidades donde se garantiza a la población la calidad del agua, como Madrid y Nueva York, esta última con una de las mejores aguas minerales del mundo.