Hay buenos filtros y criterios para elegir magistrados

El esquema que tendría que adoptarse es el de la acreditación de universidades, que está en manos de una entidad externa que garantiza la imparcialidad y la aplicación de los debidos criterios.

descripción de la imagen

Por Elizabeth Castro

18 October 2017

Con más de doce mil abogados que pueden optar a los cargos de magistrados de la Corte Suprema de Justicia y dada la escasa experiencia en examinar, evaluar y proponer candidatos para la elección final en la Asamblea, el Consejo Nacional de la Judicatura y la Federación de Abogados deben ir con mucho tiento y procurar, en primer lugar, que no se cuele ninguno con vínculos partidarios o ideológicos a partidos políticos y particularmente a grupos que rechazan el Orden de Derecho y cuyo declarado objetivo es desmantelar la institucionalidad del país.

El punto de partida son los filtros que separan a recién egresados, profesionales que se graduaron con bajas calificaciones, que tienen vínculos con mafiosos, no cuentan con la adecuada experiencia o lustre, han sido sancionados... como en las ceremonias nupciales, los que saben de impedimentos de uno de los candidatos, que los expongan.

Ser autor de estudios, destacarse por investigar, por sus fallos, su honestidad agrega a su peso, como la honorabilidad personal, el buen nombre público, como lo expuso la presidenta del Consejo de la Judicatura, María Antonieta Josa de Parada, en entrevista con El Diario de Hoy. Pero lo principal es su filosofía y su trayectoria en la defensa de la Constitución y los derechos de los salvadoreños, valentía, honestidad y un ejercicio limpio de la profesión.

Distinción en el buen decir —elegancia o falta de ella al exponer ideas o casos, debe ser uno de los filtros. En muchas empresas a los candidatos a una posición les dan un cuaderno para que describan lo que en esos momentos ven, o relaten la experiencia que están viviendo, no que traigan un texto preparado. Y con ello se deja fuera a los que a duras penas pueden hablar sin cometer faltas gramaticales graves.

Al final, ¿cómo puede medirse la capacidad para analizar con rigor jurídico un caso, para exponer sus criterios y sustentarlos basados en principios universales del Derecho?

El esquema que tendría que adoptarse es el de la acreditación de universidades, que está en manos de una entidad externa que al serlo garantiza la imparcialidad y la aplicación de los debidos criterios.

Seleccionar magistrados es lo que en todas las naciones se lleva a cabo, exceptuando, como es natural, es países bajo el comunismo, donde no hay magistrados ni abogados sino únicamente comisarios que dispensan castigos.

Deben rechazar grupos y personajes que se empeñan en destruir

Después de aplicar los filtros lógicos habría dos posibilidades para lograr asistencia externa que evalúe los conocimientos, criterios, apego al espíritu de las leyes, que midan el rigor lógico que un aspirante aplique a una serie de cuestiones: traer a un grupo examinador de un país con sólidas instituciones jurídicas, como puede ser un Estado norteamericano o una nación hispanoparlante a asistir en la escogitación, o pedir asistencia a una gran universidad, como puede ser Salamanca, que aplique los criterios con que ellos asignan una cátedra de Derecho.

Se podría pensar que las leyes son distintas pero no se trata de ir tras lo superficial, lo que va cambiando de acuerdo con las circunstancia y a las realidades políticas, sino al rigor en aplicar criterios esenciales, como se vienen aplicando desde los tiempos de Cicerón en Roma, o un holandés contemporáneo de Grotius, pues inclusive en países con sistemas legales como el inglés a la par de precedentes jurídicos, fallos previos, hay siempre una elaboración fundamentada en criterios desarrollados por la jurisprudencia romana.