¿Pueden seguir apoyando la dictadura de Maduro?

Maduro echa mano de la fuerza, la persecución de opositores y medidas extremas para sostenerse sin ver, como el rey babilonio Baltasar, la mano que escribe en el muro anunciando el fin de su reinado. No puede El Salvador continuar identificándose con un régimen que está en las últimas, “sentado sobre bayonetas”.

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Por Mirna Navarrete

14 August 2017

La Asamblea desautorizó que el país fuera sede de una reunión a favor del régimen de Maduro de Venezuela, sin duda considerando que es una causa perdida que habría dejado una mancha sobre El Salvador a nivel internacional.

Mancha fue realizar en nuestro suelo, el suelo de una nación libre, un encuentro del Foro de Sao Paulo al que asistieron los jefes de partidos de extrema izquierda o de “compañeros de viaje” de todo el Hemisferio, que vinieron a fraguar estrategias para hacerse con el poder, como posteriormente lo logró Chávez en Venezuela con los trágicos resultados que el mundo tiene a la vista.

El rechazo a la pretensión de los chavistas debe servir para que la mayoría de salvadoreños tome conciencia de lo que es vivir en una sociedad libre donde se respetan los derechos de todos, no sólo de los militantes de un partido extremista, y de éstos lo que la Constitución de Estados Unidos define como el derecho a buscar la felicidad, the pursuit of happiness.

Ir tras la felicidad significa ser libres para escoger caminos, para asociarnos con quienes nos da la gana, para trabajar en lo que parece más conveniente a cada uno de nosotros.

Pero obviamente hay un “derecho a fracasar” en lo que se emprende, no tanto el derecho de cada uno de nosotros cuanto el derecho del resto de connacionales a que fracasen esfuerzos mal encaminados o maliciosamente encaminados, como cuando un individuo organiza esquemas para estafar a otros.

Las especies que no evolucionan

muy pronto desaparecen de la Tierra

Ese derecho al fracaso es arte esencial de la vida, que a lo largo de millones de años y como lo expone la Teoría de la Evolución, todas las especies vivas van sufriendo mutaciones, adaptándose a las nuevas realidades atmosféricas y climáticas.

Los dinosaurios desaparecieron en un sentido, pero en otro perduran en las lagartijas, las iguanas y las aves de hoy. Y un pequeño ser con pelo y no plumas y sangre caliente, evolucionó hasta transformarse en las especies dominantes de hoy en día.

En tal sentido, la naturaleza y las sociedades se rebelan contra estructuras rígidas incapaces de evolucionar, como son las sectas, muchas ideologías y las religiones dogmáticas o fundamentalistas, que es precisamente lo que está sucediendo a Maduro, que echa mano de la fuerza, la persecución de opositores y medidas extremas para sostenerse sin ver, como el rey babilonio Baltasar, la mano que escribe en el muro anunciando el fin de su reinado.

No puede El Salvador continuar identificándose con un régimen que está en las últimas, “sentado sobre bayonetas”.

Entre lo que ha salido a luz por las indagaciones de las autoridades del Tesoro de Estados Unidos, que van tras el narcotráfico y el lavado de dinero, son las enormes fortunas del hermano de Chávez y de sus hijas, el primero al controlar enormes extensiones de tierra y bienes en la zona de donde es oriunda esa familia, y ellas por tomar tajada en compras y negocios estatales.

Y esas revelaciones obviamente las conocen los venezolanos, que desde hace tiempo saben de las movidas de los Chávez y de Maduro.

Movidas y corrupción y desgobierno que han causado el desastre económico del país, de que en las panaderías no hay pan y cualquier comercio donde se critique al régimen es de inmediato clausurado.