Cinco mil ochocientos millones de dólares han sustraído los últimos tres gobiernos de los ahorros de pensiones al obligar a las AFP a comprar “certificados” a tasas muy por debajo de las tasas del mercado. Esto último, para colmo, ha hecho que los trabajadores pierdan intereses por tres mil millones de dólares, que nunca podrán recuperarse.
Los políticos no deben crear falsas ilusiones entre los cotizantes de mejorar las pensiones, porque con este saqueo, como en su momento lo llamó el dirigente sindical Ricardo Soriano, menos se puede soñar con pensiones más altas.
Si todo ese dinero no se hubiera estado sacando y se hubiera invertido en proyectos rentables y seguros, como han hecho otros países, tendríamos mejores pensiones.
Ahora están proponiendo bajar la comisión de las AFP y elevar las pensiones, pero por más meneos que hagan, el sistema previsional está herido gravemente, por lo que las personas que se jubilan enfrentan un precario futuro, lo que va a afectar a los jóvenes de hoy.
Y eso que no se robaron la otra mitad de los ahorros, como querían con el proyecto que impulsaban los efemelenistas para meter todo ese dinero en el mismo canasto con el dinero del Estado, con toda seguridad para despilfarrar y contratar más activistas, parentelas y amigatelas, gastar en lujos y viajes, como ha sido evidente y defienden a capa y espada.
Hace años decían en México de un político que pregonaba tener “manos puras”, al llegar a la presidencia todo se transformó en “puras manos”; el buen señor no se cansaba de meter pezuña en las arcas estatales... Eso pasa siempre.
Aunque los efemelenistas no lograron su cometido, como premio por “hacer la lucha” mandaron a un exministro a “descansar a una embajada” —así lo dijo sin ruborizarse, sin importarle que el salvadoreño de a pie no tiene muchas veces ni para el bus— (¿Qué resentirán de ese país amigo para que les hagan semejante afrenta?).
Muchos viven el momento, pocos piensan en asegurar su futuro
Obligar por ley a cada trabajador a destinar una parte de su salario para cuando llegue a la tercera edad parte de una triste característica de las personas: la mayoría es incapaz de ver hacia adelante, sino que viven al día, “coyol partido, coyol comido”.
O como en la fábula de La Fontaine, uno de los grandes poetas de Francia, mientras la cigarra pasó el verano cantando, la hormiguita se ocupó de hacer provisiones para el invierno... (que luego la cigarra formó un grupo de rock y ganó mucho dinero además de divertirse, es otra versión de la fábula...).
Educar bien a los hijos, cuidar a la familia, invertir algo de lo que se ingresa, es una forma de afrontar el futuro. En Estados Unidos muchas compañías forman sus fondos de inversión para sus trabajadores, una especie de AFP que se desliga de los sistemas oficiales y por tanto de potenciales robos, que se dan por todos lados, como se demuestra por el hecho de que la mayoría de sistemas provisionales están en quiebra.
Durante decenios, desde que un agricultor llamado Farabundo Martí fue enloquecido por un ruso que enviaron los soviéticos a sembrar el comunismo al sur de México, la prédica de sus seguidores es la misma: “Los ricos se roban lo que es del pueblo, saquean permanentemente a las clases proletarias...”. Pero ahora la gente puede ver quién realmente perpetra los saqueos.