La fundación de una Comisión Especial contra la Corrupción y la Impunidad (CICIES), al igual que la que funciona en Guatemala pero formada por notables salvadoreños, propuso el abogado Fabio Castillo para continuar con la lucha contra esa lacra que ha empobrecido más al país.
El profesional hizo notar que este tipo de organismos no están exentos de ser utilizados para persecución política, por lo cual es crucialmente complementario fortalecer las instituciones ya existentes, el debido proceso y los derechos que da la ley para que no haya abusos.
El CICIES dirigiría investigaciones delicadas y por lo mismo, agregaríamos nosotros, debe ser una entidad en la que ningún político meta mano, sino ser un ente independiente de tal clase de influencias. En el momento en que una CICIES caiga en manos de políticos, ni este ni ningún país la necesitaría, pues se transformaría en un arma para perseguir por un lado y encubrir por otro.
La iniciativa de una CICIES ha contado con el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea, que justificadamente consideran que la corrupción afecta no sólo la moral pública al alentar el cinismo y la sinvergüenzada entre tantos en esta tierra, sino que ha dañado gravemente la institucionalidad a causa de la compraventa de voluntades.
De hecho, la Fiscalía ha iniciado investigaciones sobre las denuncias de compra de diputados y otros funcionarios en el tiempo de Funes.
La corrupción ha llevado al altísimo endeudamiento de la Nación para ganancia de los corruptos y sostener enormes masas de activistas con dineros públicos.
Los ladrones no cesan de estudiar una casa hasta que encuentran la manera de entrar en ella a robar, de la misma forma como un buen número de los que llegan a cargos públicos no descansan buscando maneras de embolsarse los bienes de la Nación, desde sutiles movidas de políticos que saben que los ojos de todos están puestos en ellos hasta descarados saqueos usando bolsas negras de basura.
Nunca se debe bajar la guardia
No debemos olvidar un dicho muy salvadoreño: gallina que come huevo, ni que le quemen el pico.
Nunca los que aprecian y quieren lo mejor para su país deben bajar la guardia, lo que en gran parte se logra a través de los pesos y contrapesos institucionales además de medios independientes de información, que equivale a empoderar a los salvadoreños para que denuncien las movidas turbias que vayan detectando. Sin medios independientes de información, los pueblos quedan desprotegidos.
En su cabeza, los socialistas del Siglo XXI tratan de controlar todo lo que llega a los ojos y oídos de la gente, como en los campos de concentración y como sucede en Cuba, en Nicaragua y la moribunda y pestífera narcodictadura venezolana, apoyada por cuarenta y tantos miles de paramilitares cubanos.
Con todas sus maniobras y desgobiernos, se aseguran de que mantendrán en el subdesarrollo las regiones donde operan, que no serán competencia de los productores de alimentos, de equipos industriales, de tecnología, servicios.
Pero la prosperidad de unos no debe basarse en las pobrezas o limitaciones de otros, sino en la mutua colaboración y engrandecimiento de todos los miembros, como es el ejemplo que da al mundo la Comunidad Europea: la prosperidad de unos beneficia a todos, fortalece al conjunto