Jóvenes deportistas, disfruten el presente pero aseguren su futuro

Gastar en “vino, mujeres y canto”, como lo resume el vals de Johann Strauss —además de mantener a los favoritos de ocasión que como moscas atraídas por la miel, se pegan a los famosos, como cortesanos en las pequeñas cortes, para ver lo que sacan pero que luego abandonan la nave— es lo de siempre.

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16 February 2019

Fito Zelaya, delantero del Alianza, fue contratado por el club Los Ángeles FC, de la MLS, una muy importante contratación para él como han sido otras para futbolistas salvadoreños, incluyendo la de Bryan Tamacas, que se suma a lo que describe como una durísima liga paraguaya, demostrando que cada país se esfuerza por elevar el nivel de sus jugadores, refinar sus entrenamientos, foguearlos con encuentros amistosos con equipos de otros países.

La carrera de Zelaya, como la de Tamacas, muestra las oportunidades que el deporte ofrece a jóvenes con aptitudes pero que perseveran en lo que es una escalada difícil. Zelaya nació en Usulután y desde jovencito jugó al fútbol, primero en las calles de su colonia, luego en la cancha comunal...

Ambos, Zelaya y Tamacas, como Darwin Cerén, Andrés Flores, Jaime Alas y muchos otros, después de destacar en las ligas salvadoreñas sirven ahora contratos en Los Ángeles, Luque, Houston, Portland y Guatemala, por ejemplo.

Y aquí viene un consejo para Zelaya como para el resto de deportistas que ganan importantes sumas de dinero: disfruten del presente pero piensen en el futuro, más considerando que las carreras deportivas son cortas y son muy raros los casos (como el de Gianluigi Buffon) que con 41 años o como treintañeros continúan brillando en las canchas del mundo.

Gastar en “vino, mujeres y canto”, como lo resume el vals de Johann Strauss —además de mantener a los favoritos de ocasión que como moscas atraídas por la miel, se pegan a los famosos, como cortesanos en las pequeñas cortes, para ver lo que sacan pero que luego abandonan la nave— es lo de siempre.

Son muchos los casos de famosos deportistas y actores que hicieron grandes fortunas, las dilapidaron a manos llenas y que ahora sufren pobreza, desde Mike Tyson, que despilfarró quinientos millones de dólares en grandes parrandas (alquilaba pisos enteros en hoteles de lujo de París para él y su séquito de parásitos), para hoy en día ganar su pan entrenando boxeadores en gimnasios de segunda.

Tyson, por si lo han olvidado, le mordió —y por poco se la arranca— la oreja al boxeador George Foreman en un encuentro de Las Vegas.

Otro en la lista es Nicolas Cage, quien llegó a tener una fortuna de 150 millones de dólares, pero que la dilapidó en extravagancias y ahora acepta cualquier papel para pagar sus compromisos.

Luchen, ahorren, inviertan

con inteligencia y cuiden

a sus familias

Volvamos a Zelaya: le aconsejamos que invierta lo que pueda de sus ingresos en bienes raíces, en la Bolsa, en negocios lucrativos para que al retirarse del fútbol continúe viviendo bien, en una buena casa, viajando al presentarse la ocasión y cuidando su salud.

El mejor ejemplo al respecto es la tenista alemana Steffi Graf, en su momento una estrella del tenis que fue apuñalada por un sicópata, acabando con su carrera deportiva.

Ella se repuso, recogió el dinero que había ganado en todos sus años de estrellato, se compró una linda casa e invirtió el resto, para asegurarse un futuro agradable hasta que el buen Dios la llame para que lo asesore allá en el cielo sobre deportes...

Lo que aconsejamos a Zelaya vale para toda clase de personas: vivan el presente pero ahorren y piensen en su futuro y, sobre todo, cuiden a sus familias, pues son la mejor bendición para cuando sean menos jóvenes...