El tiempo se le acaba a Maduro y ahora ni el Papa puede salvarlo

Solo apoyan al chavismo los que están comprometidos con sus tropelías o quienes viven en una burbuja de espejismos y truculencias mentales, ajenos a la realidad de lo que son las dictaduras.

descripción de la imagen

Por

07 February 2019

Por una solución justa y pacífica a la crisis —por no decir catástrofe— de Venezuela, abogó el Papa Francisco, pues teme un “derramamiento de sangre” por causa, diremos nosotros, de la ceguera y obstinación de Maduro de aferrarse al poder pese al rechazo del pueblo venezolano y la comunidad internacional.

El Pontífice ha sido muy cauteloso en referirse al tema de Venezuela en vista de que anteriormente el régimen chavista solo invocó su mediación para ganar tiempo, pero no para dialogar sinceramente con la oposición. Por eso al parecer el Papa no ha respondido a una nueva petición chavista de mediación, aunque no se negaría si la solicitud viniera también del presidente interino Juan Guaidó, según ha trascendido.

El Obispo de Roma ha explicado que tiene que mantener el equilibrio y ser “pastor de todos”, ayudar a quien lo necesita, pero “no a dirigir países”.

El Administrador Apostólico de Caracas, Cardenal Baltazar Porras, descarta más directamente una nueva mediación de la Santa Sede. “Las circunstancias dicen que no. ¿Por qué? Porque es un llamado con una hoja en blanco para conversar, pero conversar de qué, no hay una agenda previa”, dijo el purpurado a Radio Continental de Argentina.

Para el cardenal, las anteriores apelaciones de Maduro al Vaticano solo fueron una “burla”, porque la Santa Sede quiso enviar un delegado, pero “todo quedó en nada”.

Esto pone más en aprietos al régimen de Maduro, a quien el tiempo se le acaba y ya no podrá valerse de la autoridad moral del Vaticano para dilatar un desenlace adverso y que sus principales figurones sean procesados por crímenes de lesa humanidad, tráfico de drogas, lavado, usurpación de poderes públicos, secuestro, corrupción y otros tantos delitos de los que los acusan dentro y fuera.

Tolerar al chavismo en el

poder es una burla a las

víctimas de la dictadura

Solo apoyan al chavismo los que están comprometidos con sus tropelías o quienes viven en una burbuja de espejismos y truculencias mentales, ajenos a la realidad de lo que son las dictaduras, de lo que es el narcotráfico y las mortales rivalidades entre las mafias que se disputan territorios, de las consecuencias que tiene el consumo de drogas en los pobres infelices que se hunden en tal vicio y que en promedio viven menos de cinco años después de caer en sus garras.

Tolerar la permanencia de Maduro en el poder es una sangrienta burla a los muertos causados por sus esbirros en estos últimos tiempos, no digamos a la cantidad de víctimas que Venezuela ha sufrido durante los veinte años de chavismo. A esto se deben agregar las consecuencias de la catástrofe económica del “socialismo del siglo XXI”, incluyendo por una parte las miserias de una población que en estos momentos está forzada a comer basura y los enriquecimientos casi sin límite de la nueva clase, que incluyen las enormes fortunas de las hijas y las parentelas de Chávez como de los jefes militares cómplices del sórdido negocio.

En su desesperación, el régimen ha llegado al extremo de intentar bloquear la ayuda humanitaria internacional para los venezolanos, pero finalmente no lo ha logrado. Todos ven que la dictadura está acabada. Solo Maduro y sus secuaces no quieren aceptarlo.