Agua para todos

descripción de la imagen

Por

02 December 2018

No debería ser tan difícil, en un país como El Salvador, garantizar agua para todos. Para todos los salvadoreños, para la agricultura y para la industria. El Salvador tiene un superávit de agua, tenemos un promedio anual arriba de los 2000 mm. En escala mundial eso nos sitúa dentro de los climas más lluviosos. Aun así, no es misterio que existe una profunda crisis del agua. Esta crisis es mayoritariamente debida a una mala gestión del agua.

La mala gestión del agua no es responsabilidad exclusiva de una administración o de una institución, es también responsabilidad de algunos empresarios, agricultores y comunidades. Todos compartirnos la culpa de la mala gestión del agua. Desde los que desperdician el agua limpiando una acera; a los que barren la basura y la echan en los tragantes; a la empresa que ha operado por 20 años sin tener una planta de tratamiento; o todas las alcaldías que dan permisos de construcción y no tienen alcantarillado o una solución de saneamiento, que venden fantasmas de inversión que saben que no existe la capacidad real para realizarlos y que inexplicablemente favorecen a colegas.

Es una de las crisis más importantes de nuestros tiempos, nos está matando. La mala calidad del agua nos enferma, el desbordamiento de ríos y quebradas nos ahoga, la falta de agua nos mata, nos hace migrar, nos hace tomar acciones desesperadas y fortalece el odio y la violencia. Es fácil de imaginar a los extremos que se puede llegar, si alguien le hecho veneno (contamina) al agua que toman sus hijos. Y es que hay una clara crisis de agua, hay una crisis de acceso al agua potable, esta es una crisis que no es por falta del recurso, es por mala gestión.

En el siglo 20 murieron 130 millones de personas como consecuencias de hambrunas, en una de las más grandes que afectó a Etiopía, Somalia y Chad a finales de los 70´s, la producción mundial de alimentos de esos años equivalía al 142% de lo necesario para alimentar a la humanidad. No se murieron por falta del recurso, murieron por una malévola inequidad. De las misma manera en El Salvador hoy no tenemos agua, no porque no exista el recurso, no tenemos agua porque hemos hecho una pésima gestión del recurso.

Agua para todos es una realidad que se puede alcanzar en corto tiempo. Tiene que ver con un concepto central y cuatro principios básicos. El agua es un derecho humano y la gestión del agua debería de estar guiada por la declaratoria de Dublín. El agua dulce es un recurso finito y vulnerable, esencial para sostener la vida, el desarrollo y el medio ambiente. El aprovechamiento y la gestión del agua deben inspirarse en un planteamiento basado en la participación de los usuarios, los planificadores y los responsables de las decisiones a todos los niveles. La mujer desempeña un papel fundamental en el abastecimiento, la gestión y la protección del agua. El agua tiene un valor económico en todos sus diversos usos en competencia a los que se destina y debería reconocérsele como un bien económico.

Para garantizar adherirse a estos principios, tenemos que hacer cuatro acciones claras: 1. Gestión de las aguas residuales: debemos todos pagar por el agua sucia que sacamos. 2. Gestión de cuencas: establecer con un sistema de cobro y pago por servicios ambientales. 3. Gestión de áreas protegidas: una aproximación ecosistémica a la gestión de territorios generadores de agua potable. 4. Gestión de la infraestructura: Inversión en distribución y reparación de acueductos.

No necesitamos un uso político, mediático, ni mucho menos electoral del agua. Necesitamos ciencia, principios y acciones concretas. Estas acciones son complejas pero no inalcanzables, si despolitizamos la gestión del agua, nos basamos en principios internacionales, podemos llegar a los consensos necesarios para que realmente tengamos Agua Para Todos.

Si quiere saber más sobre estas ideas puede visitar https://samayoavaliente.wordpress.com/.

Consultor en sostenibilidad empresarial