La semana pasada Santa Tecla vivió un lamentable episodio de violencia en el que hubo varias personas heridas y un fallecido. ¿La causa? Un grupo de vendedores informales exigen como siempre, instalarse en la vía pública sin consentimiento y aval de la municipalidad tecleña. Lo cual llevó a un duro enfrentamiento con agentes del CAM.
Este fenómeno es trivial en todas las ciudades y municipios de nuestro país, en los que vendedores informales por medio del uso de la fuerza trasgreden las leyes para tomarse las calles, obstruyen la vía pública, impiden el libre tránsito de peatones y vehículos; ensucian las calles y las convierten en un basurero, donde luego esto afecta a las tuberías y en invierno surgen las inundaciones que tantos estragos ocasionan a muchas personas.
La recuperación de espacios públicos es una tarea necesaria, siendo incluso un factor de prevención del delito en lo que respecta a la prevención situacional de la violencia. Sin embargo, no es tarea fácil… la politización de este fenómeno ha entrampado una unificación de las autoridades para posibles soluciones; algunos periodistas, políticos y analistas aprovechan estos incidentes para beneficiarse y afectar la imagen del alcalde del momento y al partido al que pertenece.
Resido en Santa Tecla, soy testigo de cómo en el día muchas de las calles del centro de la ciudad han sido tomadas por vendedores informales, los cuales afectan a negocios formales obstruyendo su visibilidad y libre acceso. Se adueñan de las calles donde colocan barricadas para que nadie se estacione ¡esto no se debe permitir! el libre tránsito es un derecho, las vías públicas no les pertenecen a vendedores informales que no quieren apegarse a las leyes que regulan el comercio en el país.
La alcaldía tecleña ha realizado un aplaudible esfuerzo recuperando calles de la ciudad, uno de ellos la calle principal que originó la batalla campal entre el CAM y vendedores. En un comunicado lo explica: “La municipalidad reitera que los comerciantes no están autorizados a ubicarse en la 2a. Calle Oriente y Poniente (de la carretera Panamericana), la cual fue liberada desde 2015, dado que se trata de un eje preferencial, por donde a diario, circulan miles de vehículos que se conducen hacia el occidente del país. Por lo tanto, no se pueden colocar ventas que obstaculicen la libre circulación en una vía principal”, se lee en el escrito.
No se debe permitir que el vandalismo haga retroceder lo logrado por la alcaldía, sin embargo, debe ponérsele mucha atención a la actuación del CAM que cobró la vida de una persona. La seguridad publica corresponde a la Policía Nacional Civil (PNC) y cuando se trata de control de masas le compete específicamente a la Unidad del Mantenimiento del Orden (UMO). Debe establecerse un protocolo de comunicación entre CAM y UMO destinado a tener una mejor respuesta ante eventualidades como la sucedida la semana pasada.
Planificación y prevención deben ser la clave, para las fiestas navideñas siempre suceden acciones similares, por lo tanto, meses previos deben coordinarse estrategias en conjunto con la PNC que disuadan a personas de tomarse las calles por la fuerza como lo suelen hacer. Con el eslogan que “la gente necesita trabajar” no faculta a nadie estar por encima del marco legal. Si realmente queremos progresar como país, una cultura de paz y respeto a las leyes es imprescindible.
En las vísperas de la elección presidencial, no faltan personajes buscando rédito político de una problemática social como la acontecida en Santa Tecla. Hasta que no exista una cooperación desinteresada y sin barreras ideológicas y políticas; este y muchos flagelos del país seguirán esparciéndose y en aumento.
Analista Político y Escritor