¿Quién cede en la elección de magistrados?

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12 November 2018

Hace dos meses escribí sin pretenderlo, la primera parte de esta columna. Me referí a la plenaria del 24 de agosto en que los diputados se desgastaron sin tener los votos, dramatizando un simulacro de elección de magistrados. El bloque ARENA-PCN-PDC había conseguido –eso sí– exhibir al bloque GANA-FMLN como causantes del entrampamiento en la elección. Para entonces corrían 50 días de retraso. En esa ocasión, la discordia fue el interés de GANA en imponer su cuota, colocando a Sonia de Madriz en la Sala de lo Constitucional. Dicha columna concluyó con la ingenua interrogante: ¿Si no cedían los políticos, lo haría por dignidad la candidata en cuestión?

Dos meses pasaron desde entonces y la omisión inconstitucional de falta de elección se mantiene. Ya son más de cuatro meses. El 31 de octubre, el bloque aliado de derecha aprobó nuevo dictamen con los mismos 7 votos de la comisión política y lo sometió a votación del pleno, con el consabido resultado: tampoco hubo elección, pero nuevamente el bando GANA-FMLN fue dejado en evidencia como el tropiezo en la elección. ¿La razón? La misma: que no se quede fuera Sonia Cortez de Madriz. Pero esta vez la propuesta toma una variante: hoy la proponen como la magistrada “idónea” para la Sala de lo Civil. El obstáculo entonces sigue siendo el mismo de raíz: GANA y la procuradora Sonia de Madriz.

La propuesta en la que los partidos ahora coinciden para la Sala de lo Constitucional se integraría con Aldo Cader, Carlos Sánchez, Marina de Torrento y Carlos Avilés. Para mi gusto, no es la mejor Sala que debiéramos tener, pero dadas las circunstancias –realidad mata ideal– es mejor que no tenerla. Esto no es conformismo, es simple pragmatismo. El dilema ahora se centra en el magistrado que debe llenar la vacante que eventualmente iría a la Sala de lo Civil, ya que es corte plena la que finalmente decide su destino.

¿De qué se trata entonces todo esto? ¿Por qué, si no se tienen los 56 votos, se dramatiza nuevamente una fallida elección? ¿Por qué se aplaza indefinidamente la sesión, sin que por ello, consecuentemente, se encierren indefinidamente hasta elegir a los 5 magistrados? ¿Por qué insisten GANA-FMLN en elegir a Sonia de Madriz? Estas y tantas otras interrogantes al respecto se explican en una sola palabra: PODER.

Todo se trata de una lucha política de poder. Lo hacen porque pueden y quieren. Ambos bloques, con variadas pero similares intenciones, lo que en el fondo buscan –además de desgastar electoralmente al bando adversario– es obtener, conservar o alcanzar más poder; y en cuestiones de poder, los números cuentan. ARENA no va a permitir que GANA-FMLN logren colocar 3 de 5 magistrados propietarios. Los políticos y quienes los financian, necesitan controlar el Órgano Judicial. Se trata para ellos, cuando menos, de incidir o interferir en los límites y equilibrios del poder. En cuanto a la candidata en discordia, no hay nada que agregar. ¡Lo que se ve no se pregunta!

Lo que está en juego no es solo la capacidad de influencia o control en la Sala de lo Constitucional, tribunal que dirime las diferencias entre Legislativo y Ejecutivo y controla las violaciones constitucionales y abusos de poder. Necesitan además controlar la composición mayoritaria del pleno de la Corte Suprema de Justicia, que decide enviar a juicio los casos de Probidad, y en particular necesitan controlar la Sala de lo Civil, que conoce en apelación de las sentencias en los juicios civiles por enriquecimiento ilícito. Necesitan pues, lealtad, protección e impunidad.

En este escenario, entonces, ¿Quién cede? No hay tal cosa. El poder no se cede, se negocia, y en cuestiones de poder, se trata de sumar no de restar. Ya lo dijo Lord Acton, el célebre liberal inglés: “Que con un poder absoluto hasta a un burro le resulta fácil gobernar”.

Abogado y Notario