Asocios Público Privados, política impostergable

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05 November 2018

Los Asocios Público-Privados (APP) deben convertirse en política de Estado y se deben mantener y promover con cualquier gobierno de turno. El Estado debe ser un promotor de las inversiones privadas a través de normas claras e instituciones fuertes para brindar un entorno favorable de negocios. Se deben adoptar las mejores prácticas internacionales.

Los candidatos a la Presidencia deben tener muy claro que el día que se minimice la tasa del desempleo, haya hospitales de calidad y centros educativos con programas e infraestructura adecuados, será el día que los gobernantes tomaron conciencia de que gracias a la inversión saldrá adelante nuestro país.

Los Asocios Público-Privados han demostrado que en muchos países se convirtieron en una herramienta fundamental en el crecimiento económico y El Salvador debe impulsarlos sin atrasos.

Los APP se forman con modalidades de participación de la inversión privada, en las cuales se incorporan experiencia, conocimientos, equipos, tecnología y se distribuyen riesgos y recursos, con el objeto de crear infraestructura pública, proveer servicios públicos y prestar los servicios vinculados a éstos que requiera brindar el Estado.

La ampliación del concepto de APP, aplicable a nivel municipal, se fundamenta no sólo en la construcción de obra gris, sino también en el desarrollo económico y social de cada municipio mediante el fortalecimiento del capital humano. Para los gobiernos locales es factible esta iniciativa, partiendo de un marco legal apropiado.

Como ejemplo, la empresa Lactolac, en conjunto con la Municipalidad de Nejapa y Fomilenio II, ejecutan un acuerdo de inversión por $20.8 millones para la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales, que contribuirá a conservar el medio ambiente y mejorar el clima de negocios en la zona.

No solo se trata de firmar un convenio, sino de planificar y gestionar para que los proyecto sean de desarrollo económico y social para el país, y uno de los frenos que muchas veces atrasan o bloquean esos proyectos son los intereses políticos.

El compromiso del Estado se vuelve fundamental para desarrollar un esquema que sea creíble para el sector privado donde haya para el sector privado seguridad jurídica, y que se dé continuidad a los proyectos blindándolos a los cambios de gobierno.

Si vemos el ranking de Infraestructura dentro del Índice de Competitividad Global del World Economic Forum, Suiza es el país que se ubica en el primer lugar.

Si nos vamos a la región centroamericana, según el ranking, las debilidades están en el área de transporte, también hay serios problemas de congestión vehicular en las ciudades, además de que se está muy rezagado en aeropuertos, puertos y sistemas de trenes, ya que este actualmente solo funciona en Panamá.

El Salvador se coloca en la posición 104 de 137 países evaluados en dicho ranking. Para escalar en este índice y mejorar su posicionamiento, recomienda de manera impostergable apoyarse en los Asocios Público-Privados.

En los últimos años la participación privada en la inversión de infraestructura en Latinoamérica ha representado un 40 %, donde los Asocios Público-Privados cada vez juegan un papel más relevante para la participación del sector privado en el diseño, construcción, financiamiento, operación y mantenimiento de infraestructura.

Las entidades financieras tienen que estar de acuerdo con la distribución de riesgos y las condiciones del proyecto a financiar. Es importante siempre recordar que sin financiamiento no existe proyecto, no importa que tan bueno sea técnicamente.

Debemos tener presente que las inversiones son imprescindibles para el crecimiento y desarrollo, sean estas públicas o privadas. La justicia social se logrará con inversión, cuando esta se hace con gran responsabilidad social por parte de los empresarios.

Exministro de Economía