Beckett e Ionesco se pasean en la Asamblea Legislativa

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09 October 2018

PUESIESQUE… quizá es el ambiente lluvioso el que provoca decisiones gravemente erradas: solo así puedo calificar que haya vuelto a ver, por el canal en YouTube, la última sesión de la Comisión Política de la Asamblea Legislativa. Y es que el efecto ha sido el mismo que cuando la vi y escuche en TV Legislativa: quedo anonadado, abrumado, apocado … bueno, cualquier sinónimo que se les ocurra después de recibir un fuerte golpe en el espíritu ciudadano y en la lógica más elemental.

Después de esa congoja apenas podía levantarme, desaparece el ánimo musical y, además, con el temporal, el espíritu busca una lectura y me fijo en una vieja colección de obras del teatro del absurdo, con textos —entre otros— de Beckett y de Ionesco… entonces, comprendo el poder de la casualidad: los diputados de la Comisión Política están escenificando una obra del teatro del absurdo.

¿De qué otra forma puede calificarse que un diputado, después de escuchar a tres distinguidos abogados aseverar que no es constitucionalmente admisible una elección parcial de magistrados, diga que, “mezclando” lo dicho por todos los invitados, pueden elegir a dos y no a cinco magistrados?… ¿Qué fue lo que no se entendió?

¿Cómo se puede calificar que el diputado presidente de la Comisión pida —¡y que ningún diputado se oponga!— que los abogados invitados, en forma anónima “enlisten” a los profesionales que a su juicio deben integrar la Sala de lo Constitucional?… ¿Acaso sigue sin entenderse que la elección de magistrados debe ser resultado de una deliberación pública de los méritos de cada candidato? Pues si invitan a cuatro prestigiosos abogados a que proporcionen ¡en forma anónima! su opinión, ¿por qué no invitan a los constitucionalistas de este país (que de todos modos no somos muchos, pero antes deberían verificar el título universitario que acredite la formación especializada en derecho constitucional)?… Y, ya puestos en esa línea, ¿por qué no se pide la opinión —¡anónima!— de todos los abogados del país? (espero se note la ironía).

Pero lo que sucedió en esa última sesión no es nuevo, ya que previamente, un diputado había explicado que preferían, en el proceso de elegir magistrados, celebrar reuniones privadas, tomándose un café, pues en la reuniones públicas algunos diputados guardan silencio, hacían mutis, ¡por temor a que los criticaran!… ¿acaso no es deber de un representante político someter sus opiniones al escrutinio público? ¿Cuándo se olvidó que la esencia de un cuerpo legislativo es la deliberación pública?

Asemeja, entonces, que todas las reuniones, declaraciones y discursos políticos sobre el proceso de elección de magistrados es, en realidad, una puesta en escena de una obra teatral, que cual teatro del absurdo, puede producir decepción frente a la realidad y desasosiego ante el futuro.

Por ello, es necesario que quienes están directamente involucrados en ese proceso de elección de magistrados asuman el deber de denuncia: es indispensable poner en evidencia a aquellos políticos que están en la conjura de evitar que exista Sala de lo Constitucional, que quieren impedir el control constitucional de sus actos … pero ya es necesario que lo digan con nombre y apellido, que identifiquen a quienes prefieren el vacío institucional.

Por eso es que este proceso todavía NOSEACABUCHE… a prácticamente 90 días sin protección constitucional, la lucha ciudadana sigue.

P.D.: Con la permanente lluvia y la inquietud que genera la desidia de los diputados, ni modo… en la lista de canciones añadimos “Lluvia púrpura” y no “Cantando bajo la lluvia”.

Abogado constitucionalista