El epílogo de la batalla

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08 October 2018

Con la votación de este fin de semana en la que aprobó el Senado estadounidense por cincuenta votos a favor, cuarenta y ocho en contra, a Brett Kavanaugh como noveno miembro del máximo tribunal de justicia de los Estados Unidos, concluyó una de esas batallas políticas de las que le habla una generación a la siguiente y que quedan registradas en libros diversos.

Tres meses después de haber sido designado Kavanaugh por el presidente Donald Trump para el vitalicio cargo en la Suprema Corte, tras el retiro de Anthony Kennedy —el “swing vote” en algunas resoluciones claves de esa máxima instancia—, se prevé un cambio que puede durar décadas en la correlación de fuerzas en la Suprema Corte estadounidense.

Vamos por partes: creíble fue el testimonio de Christine Blassey Ford, la mujer que acusó ante el comité Judicial del Senado a Kavanaugh de abuso sexual hace treinta y siete años, como creíble fue también el testimonio de Kavanaugh, quien negó la acusación y dijo que jamás ha abusado sexualmente de nadie. Si hubiese sido un asunto estrictamente legal la acusación no hubiese tenido sustento pues no hubo fecha específica del supuesto hecho, lugar específico ni testigos. Pero el Senado no es un tribunal sino un ente eminentemente político, por lo que las emociones se volvieron fuertes, muy fuertes ya que en disputa estaba entre conservadores y liberales el control del máximo tribunal estadounidense.

Respeto y empatía causó en mí el testimonio de Christine Blassey Ford y la opinión generalizada tras su declaración es que ha sido en su vida víctima de abuso sexual; pero en toda acusación la carga de la prueba le compete al acusador (en este caso al equipo de abogados de la señora Blassey Ford), no al acusado, y siendo los Estados Unidos un país de leyes, ¿dónde hubiese quedado el principio de la presunción de inocencia? Siete investigaciones realizó el FBI sobre Kavanaugh, la última de ellas la semana anterior y, según senadores que leyeron el informe, no hubo nada nuevo a lo que se conoció en las audiencias. En vista de ello se procedió a la votación final en el Senado, que convirtió al designado juez en “Justice Kavanaugh”.

Es importante expresar que los principios que contiene la Constitución de los Estados Unidos están a la base de la creación de esa gran Nación, ya que en el período posterior a la guerra civil los debates entre gente culta como James Madison y Alexander Hamilton “federalistas (gobierno fuerte y único)” versus “antifederalistas (derechos de los estados)” duraron siete meses antes de llegar a su ratificación. Margaret Thatcher sacó de esto un ilustrativo comentario: “Europa ha sido creada por su historia, los Estados Unidos por su filosofía”. La Constitución de los Estados Unidos antecede por meses a la Toma de la Bastilla, hecho considerado como el inicio de la Revolución Francesa.

A este día, el ente encargado de velar por el cumplimiento de la ley primaria de la Nación, la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, es muy respetado, sus miembros son ratificados por el Senado tras haber sido designados por el presidente y el cargo es de carácter vitalicio entre otras razones, para minimizar cualquier conflicto de interés que pueda presentárseles en el desempeño de sus funciones. Las diferencias entre sus miembros son de carácter conceptual, sobre la aplicación abierta o cerrada de determinado principio, existiendo entre ellos relación armónica, iniciando porque para su ratificación se requiere proponer verdaderos juristas, candidatos de impecables credenciales académicas.

A cuatro semanas de las elecciones de mitad de período presidencial las secuelas de la fiera batalla librada pasará sin duda a nutrir lo que queda para los comicios de noviembre ya que las emociones se han disparado y ambos lados del espectro político han quedado golpeados. Hasta el momento las encuestas indican que los demócratas continúan con posibilidad de ganar la Casa de Representantes y los republicanos de mantener el control del Senado. Lo que parecería un hecho es que aumentará el porcentaje de votantes, que serán cuatro frenéticas semanas de actividad política y que por el estado de las emociones se vuelve incierto predecir hacia dónde se terminarán disparando estas.

Abogado y periodista