Una ley para humanizar los servicios de salud

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30 September 2018

Dennos esa ley a los que tenemos que esperar horas para que nos atiendan en los hospitales públicos. Dennos esa ley a los que tenemos que ser atendidos por estudiantes de medicina o residentes que no tienen todos los conocimientos necesarios para brindarnos salud y de remate están agotados, estresados y deficientemente conocedores del oficio porque no han podido estudiar lo suficiente ya que la mayor parte de su tiempo la pasan trabajando, “sacando” la labor asistencial que le correspondería a cinco médicos ya formados, por cada uno de ellos, pues no se ha ordenado nunca los contratos suficientes ya que jamás se ha asignado el presupuesto necesario para ello.

¿Por qué? A pesar que siempre en cada campaña electoral se expresa que van a invertir en salud y se recaudan más impuestos. Queremos pensar que es desconocimiento de que un pueblo enfermo no es productivo. Desconocimiento que la impotencia y vulnerabilidad que genera una enfermedad vuelve al ciudadano amargado e impotente y buscador de culpables de su problema. Desconocimiento del que padece el que tiene acceso a atención privada porque tiene la plata o porque tiene seguro privado. Desconocimiento que hay mucho dinero público que se mal utiliza.

No nos den esa ley porque mantener en esas condiciones laborales inhumanas a los internos de medicina, a los de año social y residentes de medicina y odontología es violatorio de derechos constitucionales y legales y de tratados que El Salvador ha ratificado con la OIT. No, no nos la den por esto, si no les parece trascendental impedir que se violen derechos humanos.

Dennos esa LEY REGULADORA DE LAS ACTIVIDADES LABORALES DEL PERSONAL DE SALUD QUE REALIZAN AÑO DE INTERNADO ROTATORIO, SERVICIO COMUNITARIO Y RESIDENTADO DENTRO DE LA PROFESIÓN MÉDICA Y ODONTOLÓGICA porque queremos sentir confianza en ustedes. Dennos esa ley porque queremos creer que lucharon por llegar a ser diputados para ayudar a los salvadoreños para tener una vida satisfactoria y a sentirse felices y orgullosos de vivir en estos 20,000 kilómetros cuadrados de territorio y decir con orgullo que cuentan con los representantes parlamentarios más humanos posibles por los cuales volverían a votar.

Dennos esta ley porque queremos pensar que se están dando los pasos evolutivos mentales en nuestros diputados que los han hecho sensibles y empáticos hacia el dolor y el sufrimiento que sienten cada hombre, cada mujer, cada madre, cada niño, cada adulto mayor salvadoreño, que no es atendido a tiempo y adecuadamente en el sistema de salud para detener su dolor, su angustia, su enfermedad, su tragedia, su desgracia, su pérdida de vida, su sensación de impotencia al llegar a la unidad de salud o al hospital en busca de alivio y consuelo por el mal que padecen y no encontrarla en tiempo y calidad suficientes.

Diputadas María Elizabeth Gómez, Rina Araujo y diputados Orlando Cabrera Candray, Juan Carlos Mendoza, Emilio Corea, Donato Vaquerano, Norman Quijano, Reynaldo López Cardoza, Raúl Beltrán Bonilla y Uriel Mazariego: Dicen que un pueblo demuestra su calidad humana con base en cómo trata a sus animales. ¿No será en realidad que se demuestra con base en cómo trata a sus congéneres? Por hacer una diferencia, dennos esa ley.

Médica, nutrióloga y abogada

Mirellawollants2014@gmail.com