Kavanaugh y la elección de noviembre

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25 September 2018

"Es absolutamente político. Estoy con él hasta el final”, dijo ayer el presidente estadounidense Donald Trump, a su llegada a la ONU. Se refería a la acusación de conducta sexual inapropiada que a su designado para la Corte Suprema, Brett Kavanaugh, le ha hecho la profesora universitaria, Christine Blasey Ford. Alega ella que hace treinta y cinco años, en una fiesta y siendo ambos adolescentes, se encontró en la segunda planta de la residencia a Kavanaugh con un amigo, ambos bajo los efectos del alcohol. Que el juez y ahora designado a magistrado para la Corte Suprema le dominó con su cuerpo introduciéndola a una habitación, llevándola hasta una cama, donde intentó despojarla de parte de su ropa.

El amigo de Kavanaugh le dijo que no siguiera y se interpuso entre ambos, lo cual ella aprovechó para refugiarse en un baño de donde salió hasta oír que con estruendo bajaban ambos las gradas; que pudo así huir del lugar, no recordando dónde quedaba la casa ni la fecha en que habrían ocurrido los hechos. Porqué es hasta ahora que cuenta su versión le han preguntado a Blasey Ford: porque el juez está a un paso de convertirse en magistrado de por vida en la máxima instancia de justicia. La batalla política que se viene librando por la designación de Kavanaugh llegará este semana a su punto más álgido con la presentación ante el Comité Judicial del Senado de la profesora universitaria. Luego será el turno del juez.

Brett Kavanaugh niega los hechos y en su apoyo han salido decenas de mujeres que le han conocido tanto en las aulas como en el ejercicio profesional, dando fe del comportamiento correcto y decoroso del juez hacia ellas. Este domingo, en un polémico artículo difundido por la revista “New Yorker”, Deborah Ramírez, excompañera de estudios del juez en la Universidad de Yale, le acusó de haberla agredido sexualmente durante una fiesta en el año académico 1983-1984. Kavanaugh, de 53 años, conservador por naturaleza y un devoto católico, le daría mayoría clara a los conservadores en la Corte Suprema posiblemente por décadas, por ser vitalicios los nombramientos en esa máxima instancia.

Trump ha designado a Brett Kavanaugh para sustituir a Anthony Kennedy, de 82 años, quien se retiró tras estar en la Corte Suprema desde 1988 —siendo designado en su momento por Ronald Reagan. Conservador moderado, su voto fue determinante para las grandes decisiones del máximo tribunal estadounidense por ser el voto (“swing”) que fluctúaba. Para no ir muy lejos, hay que recordar que la elección presidencial George Bush-Al Gore llegó en apelaciones hasta la Corte Suprema. En cuanto a trascendentales fallos judiciales, Roe versus Wade es el primer caso judicial que se viene a la mente, polémica incluida, cuando en 1973 la Corte Suprema de los Estados Unidos despenalizó el aborto inducido.

Mucha agua ha pasado bajo los puentes desde entonces y los liberales estadounidenses (en la terminología política de esa nación, liberales significa el lado izquierdo del espectro político), temen que una Corte conservadora pueda revertir fallos fundamentales como el citado en el párrafo anterior. Por ello se han opuesto a Kavanaugh desde su designación. De credenciales académicas impecables, la oposición no ha ido por ese lado, sino por su participación como abogado en la Casa Blanca bajo George W. Bush e incluso un paso previo: cuando formó parte del equipo de un fiscal especial que investigó la posibilidad de realizar juicio político (“impeachment) al entonces presidente Bill Clinton por el caso de la expasante.

En 1991 Anita Hill acusó a Clarence Thomas, designado por George Bush padre, por haberla acosado sexualmente durante la década anterior. Al final el juez Thomas, afroamericano y quizá el miembro más conservador de la Corte tras la muerte de Scalia, fue confirmado. Empero, los tiempos cambian y la intensidad con que se libra esta batalla es mayor aún ya que a diferencia de 1991, no había elecciones de mitad de período a cinco semanas plazo y se corren el riesgo los republicanos de alienar el voto femenino. Por ello Trump se limita a decir que es “absolutamente político” lo que le hacen al juez. El resultado de esta batalla repercutirá de manera directa en el resultado de las elecciones del 6 de noviembre.

Abogado y periodista