La Asamblea Legislativa es el sitio en el que hay que estar. Es un mundo maravilloso, donde todos tus sueños se hacen realidad. Cuentas con varios asistentes y asesores, flexibilidad de horarios, poco o nulo control de resultados y viajes pagados, casi siempre “all inclusive”. Tus jefes —la ciudadanía— son generalmente poco exigentes y aunque cometas los mismos errores o lleves años sin mejorar tu desempeño, te volverán a elegir, siempre y cuando sepas endulzarles el oído y darles algo con lo que te recuerden: unos delantales, calendarios, camisetas y, para los gustos más exquisitos, unas láminas.
Si ya no quieres tener las preocupaciones que atraviesan tantos salvadoreños de apretarse los cinturones y llegar tablas a fin de mes, el Organismo Legislativo ofrece a sus diputados salarios por la módica cantidad de unos $4 mil en promedio, más uno que otro beneficio extra.
Si lo tuyo no es optar a un cargo de elección popular, tranquilo, quizás consigas algún puesto de algo… quién sabe de qué, pero dispondrán de $50.2 millones en 2019 para remuneraciones, según el presupuesto aprobado en la plenaria del 20 de septiembre. Definitivamente es el trabajo soñado para quien quiere salir adelante, poner en alto el nombre de su país y hacer sentir orgullosos a sus paisanos por tan excelsa labor.
El último gran beneficio para algunos legisladores es envidiable para tantos: poder asistir al histórico acontecimiento de la canonización del primer santo salvadoreño, monseñor Óscar Arnulfo Romero. Y para confirmar la magnanimidad de quienes autorizan esos viajes, irán con todos los gastos pagados. ¡Cómo no se va a sentir bendecido y honrado el sempiterno diputado Francisco Merino del regalo que le hacemos todos los salvadoreños, si, como dice, el salario de un diputado no alcanza para eso! ¡Qué suerte que estamos para eso los ciudadanos, que con nuestros impuestos hacemos realidad el sueño de los padres de la Patria!
Lástima que no alcanza el dinero para mejorar los hospitales, las escuelas y la infraestructura vial. Lástima que no podemos realizar los sueños de tantos que ven sus vidas truncadas por la violencia. Lástima que son incapaces para ponerse de acuerdo y elegir a magistrados para la Corte Suprema de Justicia, tras casi dos meses de retraso.
Según una publicación de este medio, el viajecito para los tres diputados que irán a Roma para la canonización nos costará $22 mil 260 con 4 centavos, que incluyen pasajes y viáticos para Nidia Díaz, del FMLN, Francisco Merino, del PCN, y Numan Salgado, de GANA, el partido aliado de Nayib Bukele-Nuevas Ideas-CD-Troles y compañía.
El boleto más caro a Roma sería el de diputado Francisco Merino, que tendría un costo de $4,246.05 ¡10 horas de vuelo son duras y qué mejor si es en Business para garantizar el descanso que exige la vida sacrificada de un diputado que lleva añales trabajando por el pueblo! El de Salgado costaría $3,070.09, y el de Nidia Díaz, $1,526.15.
En cuanto a los viáticos, Chico Merino y Numan Salgado dispondrán de $4,736.25 cada uno por tener cargos en la Directiva de la Asamblea, mientras que Nidia Díaz —pobrecita ella, ¿por qué siempre le dan menos?— contará con $3,956.25.
Que disfruten de su viaje a Roma. Abajo encuentran mi correo por si quieren sugerencias de sitios poco conocidos en la Ciudad Eterna que vale la pena conocer y restaurantes que ofrecen lo mejor de la cocina romana. Viví más de cuatro años allí; puedo aconsejarles bien y colaborar para que su estadía en tan bella ciudad sea placentera y les sirva de descanso de la agitada realidad de nuestro país.
Ojalá vivan al máximo la canonización y sea una ocasión para interiorizar el mensaje del nuevo santo y llevarlo a la práctica. El verdadero servicio desinteresado a los demás, la dignificación de la política y no despilfarrar los recursos públicos para ayudar a los más pobres, estoy seguro, serían preocupaciones de monseñor Romero hoy día. No sé qué tanto las comparten ustedes, diputados.
P.D. Les desaconsejo ir a la Cámara de Diputados o al Senado. Son 950 parlamentarios; algunos reciben pensión cuando dejan el cargo y existe la figura de senadores vitalicios. No quisiera que tomaran ideas de sus colegas italianos… imagínense.
Comunicador
jgarciaoriani@gmail.com