Otra mala evaluación

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22 September 2018

El Salvador aparece reprobado en el índice de transparencia presupuestaria, por evidentes deficiencias en la elaboración del presupuesto estatal, según el índice de Presupuesto Abierto de la International Budget Partnership (IBP), pues en la medición correspondiente a 2017, el país tuvo una puntuación de 45 sobre 100, debido a las fallas en la etapa de formulación del presupuesto.

La Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), que trabaja con la IBP, reporta que en participación ciudadana en la elaboración del presupuesto estamos con 6 puntos sobre 100, la más baja en América Latina y una de las peores del mundo. Este año Funde pidió a la Unidad de Acceso a la Información Pública el detalle de los techos presupuestarios, la base para el presupuesto 2019 y tuvo que apelar porque inicialmente se le negó la información bajo el argumento de que no estaba disponible. Según Funde, debería haber más participación ciudadana con propuestas y en la discusión de prioridades y su respectivo financiamiento.

Una mancha más no le hace daño al tigre, pues como desde hace varios años ocupamos lugares nada honrosos en varios índices de medición de desarrollo, inversión extranjera, transparencia y otros, ya nos acostumbramos a que la Asamblea apruebe presupuestos totalmente desfinanciados, que sobre la marcha deberán ir remendándose con más deudas aprobadas con madrugones, con dispensa de trámites, para reforzar diferentes carteras, en primer lugar Casa Presidencial, y recortar fondos a educación, salud y seguridad.

Ya es tiempo de empezar a tomar las cosas en serio, aplicar el principio básico de que no se puede gastar más de lo que se gana y escuchar las recomendaciones de especialistas prestigiosos y de organismos internacionales, de que debe disminuir el enorme gasto estatal, especialmente la creación de nuevas plazas, muchas sin idoneidad para el cargo, contratadas únicamente por simpatías partidarias.

Noticias recientes confirman que el próximo presupuesto, que la Asamblea debe aprobar este mes, seguirá el mismo camino que los anteriores. Hacienda afirma que el presupuesto del Ministerio de Economía tendrá un incremento de entre $15 y $17 millones para pagar el subsidio al gas, aunque en repetidas ocasiones se ha hablado de focalizarlo para favorecer a quienes verdaderamente lo necesiten.

Otro ejemplo del desorden de las finanzas del GOES es que CEPA firmó recientemente un memorando de entendimiento con el Ministerio de Fomento de España, para que RENFE, la red de ferrocarriles españoles, les asesore en un posible desarrollo de una línea de tren entre San Salvador y Sitio del Niño, y posteriormente otras rutas ferroviarias.

CEPA no explica qué pasó con un estudio realizado en agosto 2016 por la Empresa China CRRCCI, para rehabilitación del tren, por el que pagó $38,000 más IVA. Y en 2013 CEPA encargó estudios de prefactibilidad a la firma española Tramrail, para la puesta en marcha de dos sistemas ferroviarios: uno de pasajeros y otro de carga. ¿Y qué pasó con esos estudios? ¿Y las personas que vivían en terrenos junto a las vías férreas a quienes el gobierno dio títulos de propiedad?

Y para mayor decepción, el Presidente de la Asamblea anuncia orgullosamente que el presupuesto de la AL es “sincero” pues tiene los mismos $58 millones que el año anterior, aunque las cifras de viajes, servicios, viáticos se mantiene, y se contempla un aumento para el rubro de remuneraciones, que hoy asciende a $51.03 millones.

Y ya se informó cómo se repartirán los $5 millones asignados a Casa Presidencial, procedentes del impuesto a la telefonía, que estaba destinado únicamente para seguridad. ¡Qué fácil es gastarse y despilfarrar el dinero que no nos cuesta ganar, porque sale de los impuestos de los sacrificados ciudadanos!

Maestra