Taiwán News, periódico de Taiwán, informó que su Ministerio de Relaciones Exteriores en El Salvador, Joseph Wu, dijo en una conferencia de prensa que rompería las relaciones diplomáticas con El Salvador. Esto sucedió al mismo tiempo que sus homólogos chino y salvadoreño, Wang Yi y Carlos Castaneda, sellaban el establecimiento de relaciones en un encuentro en Pekín.
El gobierno taiwanés anuncia la ruptura de la relación con un aliado diplomático de forma poco usual, antes de que el aliado informara oficialmente que reemplazaría sus vínculos con los de China Continental, dando por terminados todos los proyectos de cooperación y eliminando la embajada en El Salvador.
Wu defendió la decisión de su gobierno, señalando que el FMLN exigió al gobierno de Taiwán que financiara el proyecto de desarrollo del Puerto de La Unión así como las elecciones presidenciales programadas para febrero de 2019. Sin especificar cómo se usaría el dinero, dijo que la cantidad demandada era astronómica y que su gobierno no estaba dispuesto a dárselo.
La decisión del gobierno del FMLN de romper con Taiwán y la apertura a las relaciones diplomáticas con China Popular pone fin a 85 años de relaciones diplomáticas de respeto y apoyo con obras de cooperación que han beneficiado a millares de familias salvadoreñas, sobre todo en momentos en que el país lo ha necesitado. Las cifras que se han calculado que se verían afectadas son más o menos 75 millones de inversión: 49 empresas textiles y prendas de vestir, plantas industriales, plástico, calzado, repuestos y partes de motocicleta, planta de montaje de paneles solares, agricultura y pesca, 7,000 mil trabajadores.
Tras la cancelación del TPS y los graves señalamientos de las autoridades de Estados Unidos hacia el gobierno del FMLN por su apoyo incondicional a los gobiernos dictatoriales tiránicos de Nicaragua, Venezuela y Cuba, esta es una bofetada más que el gobierno del FMLN le da a EE. UU., nuestro principal socio comercial y país donde viven más de 3 millones de salvadoreños. Cory Gardner, senador norteamericano, inició una campaña para poner fin a toda cooperación de Estados Unidos con El Salvador, y Marco Rubio se le ha unido calificando esta acción diplomática como negativa. Rubio la criticó severamente calificándola de un “terrible error” deduciendo también que el cambio quizá se deba a una promesa de financiación para ayudar al partido gobernante a ganar las elecciones en 2019, lo cual tiene sentido al tomar en cuenta el cese de la asistencia venezolana al FMLN.
Bloomberg Markets publicó un análisis de cómo el dinero del imperio chino esta reformando el comercio y la deuda global. Dice que si las ambiciones del presidente Xi Jinping se hacen realidad, Beijing va a cimentar su posición en el centro del nuevo orden económico mundial. China está construyendo un imperio nuevo donde la deuda y el comercio están guiando el camino sin soldados ni barcos. En una década Beijing con sus socios exteriores gastan estimadamente $1.3 trillones en infraestructura, puertos y redes eléctricas en los cinco continentes.
Esta acción ha despertado preocupación y criticas por parte de muchos salvadoreños, de la empresa privada y de la comunidad internacional por la forma abrupta y oscura que se hizo y por las millares de familias que se verán afectadas. Los salvadoreños queremos que las decisiones se tomen de forma razonada y transparente y midiendo las consecuencias para nuestro país que es digno y agradecido, pero siempre protegiendo nuestra soberanía.
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