Punto y seguido, no punto final

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15 August 2018

Durante la última semana, sin lugar a duda, los más recientes avances en el caso de Tony Saca se convirtieron en el tema central de discusión. La confesión del exmandatario y su círculo cercano acaparó la atención de todo el país. La ciudadanía escuchó y leyó con mucha atención la información que trascendió en los medios de comunicación y las redes sociales. Esta es la primera vez que un expresidente salvadoreño acepta su participación en delitos de corrupción desde el banquillo de los acusados en los tribunales. Las particularidades del caso han generado duda en algunas personas y decepción en otras. Unos matizan su desilusión explicando que este primer paso, aunque pequeño, puede catapultar el avance de la lucha contra la corrupción en el país. Otros, sin embargo, no esconden su escepticismo.

Saca decidió optar por un proceso judicial abreviado. Ese fue el contexto en que ofreció su confesión. Ese tipo de salida jurídica es válida. Implica que las partes en el proceso lleguen a un entendimiento que permita finalizar de forma más expedita. Generalmente, la dinámica es que el imputado admita su culpabilidad a cambio de algún tipo de beneficio razonable, ofrecido por la parte acusadora. La Fiscalía, a través del proceso abreviado, asegura una condena, se ahorra los recursos que tendría que invertir en seguir con el proceso ordinario y, además, elimina la incertidumbre de que una instancia superior revierta un resultado positivo. Esta última ventaja es de especial interés en casos que involucran a estructuras con gran poder e influencia.

Muchos ven esta salida judicial con desconfianza. La magnitud de los montos de dinero que se mencionan en el caso indigna a cualquiera, con justa razón. Hacen que los beneficios otorgados para llegar a un entendimiento entre las partes, se perciba como injusto. Esa apreciación es válida, pero influenciada por emociones. No es una valoración técnica. El Fiscal General, Douglas Meléndez, ha explicado los razonamientos detrás de la estrategia de la parte acusadora. Sus argumentos esbozan las limitantes y deficiencias que presenta la legislación nacional para procesar este tipo de casos.

Las explicaciones del Fiscal nunca van a desvanecer la indignación generada por los montos. Estoy seguro de que hay mucho más que el Fiscal podría revelar que ayudaría a entender mejor la estrategia del Ministerio Público, pero puede que eso ponga en riesgo otras investigaciones.

Al escuchar las declaraciones de Tony Saca, resulta evidente que existe un hilo que conecta su caso con muchos otros. Asegurar su condena provee una sólida base sobre la que se pueden ir apilando más casos de corrupción en el futuro. Limita el espacio de maniobra para los imputados de casos que se puedan judicializar en los próximos meses.

Es necesario analizar el caso con cabeza fría, desde un punto de vista técnico. Coincido con las personas que ven la confesión de Tony Saca como un logro. La victoria no es de la magnitud que quisiésemos, pero es una victoria. La Fiscalía llevó a un poderoso y audaz expresidente a los tribunales y logró que aceptara su culpabilidad. Esto abre la puerta para muchas otras investigaciones y procesos.

Algunas personas reclaman que el monto que regresará Saca es relativamente insignificante en comparación a lo que sustrajo. Esta apreciación es válida, pero está basada en el supuesto que con la confesión y condena de Saca acaba todo. Debiésemos ver esto y presionar porque sea totalmente lo opuesto. La confesión y condena de Saca puede ser el inicio de algo que cambie la historia del país. Debe ser un punto y seguido, no un punto final. El escrutinio, presión y apoyo de la ciudadanía es crucial para que sea así.

Criminólogo

@_carlos_ponce