Luchar con ideas

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21 July 2018

Si democracia es luchar con ideas para defender ideas y criterios diferentes, en El Salvador estamos muy lejos de lograrlo. Lo demuestra el lamentable espectáculo montado por conocidos actores de teatro del Kolectivo San Jacinto, cuya misión fue detener, de manera grosera, el conversatorio del Movimiento Libertad sobre la ley del agua. Aunque vociferando insultos contra la empresa privada, no estaban defendiendo el derecho al agua, ya que en fotos y videos aparecen en diferentes protestas de calle, de manera violenta.

Los asistentes a la actividad intentaron calmarlos, dándoles la oportunidad de exponer sus puntos de vista y escuchar las opiniones que se verterían en el conversatorio, lo que rechazaron repitiendo ininterrumpidamente el eslogan aprendido para la ocasión, acusando a los empresarios de pretender privatizar el agua.

El agua ha sido la cortina de humo que el FMLN ha querido poner, para que la población olvide los $351 millones del saqueo público, aunque es de todos conocido que el agua no puede privatizarse y de la necesidad de una ley que la regule para mejorar el pésimo servicio y la corrupción que hay en Anda, mediante el nombramiento de un ente regulador, compuesto por cuatro ministros, dos miembros de Comures y dos representantes del sector privado. Estos últimos sería técnicos, conocedores del recurso hídrico, que evitarían una politización de parte de los demás miembros.

Se trata de hacer buen uso de la abundante lluvia con que nos bendice la naturaleza, construyendo tanques de captación para enfrentar la estación seca, evitar la contaminación de los ríos, educar al ciudadano para que no la desperdicie y reparar las tuberías para evitar derrames innecesarios. Esto no puede llamarse privatización, sino buscar una adecuada administración que beneficiaría a toda la población.

En cambio, la privatización hecha por el gobierno de la recolección de basura, favoreciendo a MIDES y del SITRAMSS otorgando a un grupo privado el uso de un carril de importantes arterias, no han favorecido el bien común, sino a grupos afines al FMLN.

Los diputados a la Asamblea Legislativa han demostrado que no son capaces de basar sus criterios en ideas que vale la pena defender, olvidando su responsabilidad en la elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, que durante el proceso de las entrevistas demostró transparencia, permitiendo al público conocer las ideas de los candidatos, ha mantenido un sospechoso secretismos al quedar la selección en manos de los diputados.

Sus declaraciones demuestran descaradamente que el interés político partidario ocupa un primer lugar, sin considerar la idoneidad de los candidatos para tan alto cargo. “Si fuera con base en meritocracia ya hubiéramos elegido, porque lo que está a la vista no necesita anteojos” (Antonio Almendáriz, PCN). También el Dr. Quijano opinó que los mejores podrían elegirse de inmediato, pero lo difícil era el acuerdo de los representantes de los partidos. La crítica del diputado independiente Leonardo Bonilla sobre la falta de debate en la elección y la presentación de listados en hojas simples, sin argumentos técnicos que justifiquen la idoneidad de los candidatos, mereció del presidente de la Asamblea Legislativa la calificación de “falta de experiencia política, que al adquirirla, será más prudente”. Y es precisamente esa experiencia en corrupción lo que el pueblo rechaza totalmente.

Queda demostrado que los diputados han mantenido en secreto estas oscuras componendas, ignorando las opiniones de organizaciones de la sociedad civil y de prestigiosos analistas políticos, exigiendo que algunos candidatos, sean excluidos de las listas, por señalamientos en su actuación profesional, aunque sean de los más votados. Hay que insistir en que las ideas se defienden con ideas, de manera transparente.

Maestra