Diputados, elijan bien

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25 June 2018

En tres semanas deben tomar posesión cinco nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Y a los diputados, una vez más, parece importarles poco la calidad de esta votación de funcionarios. En El Salvador estamos frente a una de las elecciones más importantes de los últimos años, pues los actuales miembros de la Sala de lo Constitucional han evidenciado la enorme importancia de su trabajo en el control del poder político y la protección a derechos de los ciudadanos.

A pesar de esta relevancia, hay varias situaciones que dejan entrever que a los diputados no les interesa hacer una buena elección. El jefe de fracción de ARENA decidió irse a Rusia antes que liderar a su bancada en el desarrollo del proceso. Y otros diputados han expresado que nadie se va a morir si no se elige en tiempo a los magistrados; los miembros de la subcomisión política decidieron hacer únicamente dos jornadas de entrevistas a la semana, en lugar de enfocar esfuerzos en hacer las cosas bien y en el menor tiempo posible.

Ya en el desarrollo del proceso al interior de la Comisión Política, los diputados nos han quedado a deber. Desde que empezó la última etapa ante la Asamblea Legislativa, los diputados han mostrado actitudes de poco interés. Recibieron el listado de candidatos del Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ) y una de las primeras declaraciones fue liberarse de responsabilidad sobre la verificación de requisitos, señalando que eso tuvo que hacerse en etapas previas.

Diputados, ustedes son el último filtro en este proceso. En ustedes cae la responsabilidad de comprobar que la documentación enviada por el CNJ y la Fedaes realmente evidencia que los candidatos cumplen con los requisitos de moralidad y competencia notoria. Es su deber justificar que las personas que resulten electas son las más aptas del listado completo. No se laven las manos.

Y si a los diputados no les interesa hacer una buena elección de magistrados, el liderazgo tiene que salir de algún lado dentro de los partidos políticos. Los candidatos a presidente deben predicar con el ejemplo y exigir a los miembros de sus partidos que sean transparentes, objetivos y elijan bien a los magistrados.

Tanto Carlos Calleja como Hugo Martínez deben tener claro que la ciudadanía espera que asuman un rol de líderes; el discurso de devolver la credibilidad a sus ideas políticas debe traducirse en acciones, y la elección de magistrados puede ser una muestra de ello. Una mala decisión de los diputados echa a perder la institucionalidad del país y puede significar el voto de castigo en la elección más próxima de quienes reconocen la importancia de la Sala de lo Constitucional.

La ciudadanía está cansada del actuar que han mantenido tanto ARENA como el FMLN durante muchos años. Esto ha quedado en evidencia tanto en las encuestas como en las votaciones del pasado cuatro de marzo. Si los candidatos a la presidencia no quieren que quede en entredicho el ánimo de renovación que ahora exponen y poner en duda el compromiso con el país que tanto pregonan, deben hacer conciencia a los miembros de su partido que las decisiones que tomen en la Asamblea sí cuentan.

Buena parte de la ciudadanía ha entendido que en estos años la Sala de lo Constitucional no se trata de derechas, de izquierdas. Se trata de mantener viva la institucionalidad, de que funcione el control entre los distintos órganos del Estado, de limitar el poder cuando se abusa de este y de defender los derechos de la ciudadanía. Y por eso es que necesitamos que las personas que lleguen a ocupar las sillas de magistrados sean independientes de cualquier grupo de poder, que sean preparadas y con el suficiente valor para resolver problemas conforme a la Constitución.

Los partidos políticos deben entender que una Sala de lo Constitucional objetiva e imparcial, que no responda a intereses particulares de nadie, nos conviene a todos. Incluso a los mismos partidos, ya que los miembros de la Sala a elegir estarán en el cargo tres legislaturas y dos periodos presidenciales. Como ya hemos vivido, las correlaciones en los órganos políticos pueden cambiar de un momento a otro; una elección objetiva de magistrados da seguridad que las futuras decisiones no tendrán un tinte político partidario. Diputados, hagan una buena elección de magistrados.

Abogada